Marcas de Aroma

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Las clases del nuevo profesor, de nombre Lee Taemin,  eran realmente entretenidas. Habia mezclado el estilo libre ,que los estudiantes solian llevar, con sus propios métodos de enseñanza; logrando así una clase de lo más divertida, educativa e interesante.

-Eso es todo por hoy, no olviden preparar cualquiera de las piezas del cuadernillo para su evaluación final- dijo por último, despidiendose de sus alumnos y guardando su material de clase dentro de su portafolio.

Justo al levantar la vista su estudiante estrella se encontraba frente a él.
Era costumbre que Yoongi se quedara después de clase para preguntar algo o pedir opiniones sobre su trabajo, cosa que no le molestaba pero... ¿por qué su alumno estrella era tan inseguro de si mismo?

¿Acaso no veía todo el potencial que tenia?

-Joven Min. Un gusto hablar con usted, ¿en qué puedo ayudarte hoy?

El joven frente a él sonrió apenado, no sabia exactamente como decir lo siguiente, temiendo de recibir una negativa y haber echo el ridiculo.

-Y-yo me preguntaba si... para la evaluación final podía tocar algo propio. Eh estado muy inspirado últimamente y compuse muchas piezas que...

Su petición se cortó abruptamente tras el ruido del celular porveniente de los bolsillos del alumno.
Sacó el aparato temblorosamente y su rostro se iluminó al ver el nombre de Jimin en la pantalla. Él profesor no pasó de largo el aumento de fermonas en el aire, provenientes del joven alfa, todo por ver su teléfono.

-Conteste Min.- pidió el profesor Alfa tras el escritorio.

Yoongi asintió apenado y contestó rápidamente la llamada, sonriendo bobamente tras escuchar la cantaria voz de Jimin del otro lado de la línea. El profesor logró escuchar algunas risas provenientes del teléfono y un "estaré en la asotea" además de la confirmación de su alumno de estar ahí por la tarde. Ciertamente desconocia la vida personal de sus alumnos, pero llamó su atención el comportamiento del pálido chico ante aquella alegre llamada, inclusó después de colgar el teléfono pudo notar que su semblante se habia vuelto mas alegre, menos nervioso y más confiado.

-Lamento eso profesor. ¿Entonces...? ¿Puedo tocar una pieza propia?

-Yoongi, voy a hablarte informalmente. Tú necesitas dejar de ser tan inseguro, eres el triple de mejor que todos tus compañeros y además que posees un talento único. Deja de ahogarte en inseguridades y confía en ti, no necesitas ni presentar esa prueba final. Tú estas excento de mi materia desde hace mucho tiempo, incluso podrias reemplazarme como profesor un dia de estos. Puedes tocar lo que se te plazca si es lo que deseas, pero tu calificación siempre será un 100%.

Las palabras de su profesor lo dejaron perplejo y sin habla.

¿Realmente era tan bueno? Ojalá su padre también lo notara.

Tras despedirse con una sonrisa y agradecer a su maestro, salió de aquel salón en dirección a su última clase del dia.

Aquella clase en realidad era mas teoría que práctica, estudiar los origenes de los instrumentos orquestales era realmente desesperante, mas no aburrido.
Nada de su carrera le aburria, era su sueño. Pero algo realmente estaba molestandolo y era esa chica detrás de él.

Hace varios meses que aquella chica no hacia mas que insinuarsele y ostigarlo a mas no poder. No le dejaba disfrutar la clase con sus constantes intentos de llamar su atención, mas de una vez cambió de asiento con tal de no tenerla encima, pero esta solo seguia y seguia.

Hace no mucho tiempo que esa joven le habia dejado marcas de aroma sobre su mochila y sueter, los cuales tuvo que remarcar con su propio aroma para no tener esas fermonas dulzonas asquerosas picandole en la nariz.

El Rarito De Los ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora