Besos inocentes

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-Ey yoongi, ¿qué haces?

Estaba asustado.
Jimin me llamó llorando y eso alarmó a mi lobo demaciado.
Guardé mis cosas rapidamente y me levanté de aquella mesa, listo para ir a casa de Jiminie.

-Jimin está mal, debo ir a verlo.

Con mi ultimo aliento, corrí desesperado hasta el area de bicicletas, tomando la mia con rapidez y emprendiendo el camino a su casa.

Porfavor que no este herido.

Porfavor que no este herido.

Mi mente estaba echa un lio, su triste voz combinada con su llanto habian causado estragos en mi corazón, no podia pensar con claridad; si esta herido no me lo perdonaria nunca.

El camino parecia eterno, sentia mis piernas doler por el esfuerzo pero no estaba dispuesto a rendirme.

Jimin me necesita.

Cuando llegué a la entrada de su casa todo mi sistema temblaba con nerviosismo, inclusive me equivoqué una vez al teclear el codigo de seguridad.

No lo pensé 2 veces y corrí en dirección a las escaleras, pero el olor a humo y algo quemandose desde la sala me hizo detenerme.

Jimin estaba ahí, sentado frente a la chimenea mientras lloraba.
Un plato y envolturas de comida estaban a su alrededor, lanzaba lo que parecian ser fotografias hacia el rojizo fuego.

-¿Jimin?

Volteó asustado, mirandome fijamente como si yo fuera producto de su imaginación.
Se hizo a un lado y palmeo su costado, pidiendome silenciosamente sentarme a su lado.
Así lo hice, mirando todo lo que habia consumido y las fotografias frente a él.

-Tal vez te estes preguntando que me pasó. Esto fue lo que pasó- alzó una fotografia, esta mostraba a Jimin en su estudio de pintura, con las manos manchadas y una cara asustada por el flash de la camara.
-Estas fotografias me atormentan todos los dias. No me veo feliz, ¿lo vez? En ninguna de ellas soy feliz. ¡Todo es falso!- arrugó en sus manos la fotografia y la lanzó al fuego.

-¡Soy un falso asqueroso!

Tomo el montó de fotografias y continuó lanzandolas al fuego, observando como sus tormentosos recuerdos desaparecian... convirtiendose en cenizas.

-¿Me volví loco Yoongi?

-No, no estas loco Jiminie.

Tomé su cabeza y la recosté en mi hombro. Tomé una fotografia en mis manos y la observé detenidamente, recordé la escena que estaba pasmada en esta, la conocia a la perfección.
La señora park me habia contado sobre esto.

"El dia de su graduación le hicimos una pequeña ceremonia en casa"

Jimin esta tan elegante y lindo, de pie en la sala con su diploma de educación en casa y excelencia. Pero no estaba feliz, era una sonrisa falsa y sus ojos se veian tristes, como si estuviera a punto de llorar.
Algo en mi me hizo creer que, después de esa ceremonia, Jimin pudo tener algún ataque de ansiedad.

Extendí la foto hasta su rostro, queriendo mostrarle algo.

-Está bien que quieras destruir estos recuerdos, son cosas que te ponen triste. Yo los quemaré por ti de ahora en adelante.
Cada recuerdo, cada cosa que te haga sentir infeliz, me encargaré de destruirlos para ti. Nunca más dejaré que te hagan daño ¿entendido?

Tomé todas las fotografias del piso, rompí en pedazos una por una y las lanzé a la chimenea.

-¿Yoongi?

El Rarito De Los ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora