capítulo 15

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Su cuerpo se sentía pesado, no podía abrir sus ojos dejándolo en completa oscuridad; la sangre seguía fluyendo de sus heridas manchando su uniforme, Baxia le fue arrebatado y sus fuerzas flaqueaban. Unos pasos se escucharon por la habitación y estaba mas que seguro que esta se había iluminado.

- Líder de secta.

Una voz familiar llegó hasta sus oídos, sus dientes se apretaron e intentó nuevamente abrir sus ojos; mínimamente lo logró, el bordado de llamas de una túnica fue lo que le recibió. Intento ver la cara del hombre parado delante de él sin mucho éxito.

- Haz hecho un buen trabajo, Meng Yao.

Una sonrisa complacida se formó en el rostro de Wen Rouhan al escuchar el gruñido proveniente de Nie Mingjue. El Nie, como pudo, se levantó del suelo quedando arrodillado frente al que una vez fue su protegido.

- ¡Líder de secta! 

Las voces de algunos de sus discípulos se escucharon, el llamado lo llevó a voltear su cabeza para encontrarse con cinco de ellos, no en mejor condición que él. Su mirada se oscureció y un profundo odio se reflejaba en su rostro.

- ¡Silencio!

Meng Yao camino hasta aquel discípulo que había gritado, levantandolo del cabello colocó su espada en el cuello de este; con una mirada de reojo vio a Nie Mingjue y sonrió al momento en que el Líder Nie lo vio fijamente. Sin ninguna vacilación cortó el cuello de aquel joven y dejó caer su cuerpo como si fuera simplemente basura.

- ¡Bastardo!

Nie Mingjue gritó, su ceño estaba fruncido y sus ojos desbordaban toda la furia y el desprecio que sentía. La sonrisa de Meng Yao desapareció ante aquellas palabras; caminó con paso firme hasta estar delante del Nie, su pie pateo con fuerza el pecho de Nie Mingjue provocando que la sangre volviera a fluir, dejando un lago escarlata alrededor  de su cuerpo.

- Será mejor que cierre la boca, Chifeng-Zun.

Un dolor punzante vino del hombro de Nie Mingjue, la espada que portaba Meng Yao lo habia atravezado. La sonrisa en el rostro de Wen Rouhan se hacia mas grande, le generaba un grato sentimiento que ese joven que alguna vez fue el leal protegido de Nie Mingjue ahora lo seguía obedientemente a él, incluso llegando atacar aquel que alguna vez le dio refugio.

Meng Yao lo dejó de lado y se dirigió hacia Wen RuoHan.

- El sable de tu padre era mucho más fuerte. Veamos cuántas veces mi maestro tiene que golpear a Baxia antes de que se rompa.

La sonrisa de Meng Yao volvió aparecer en su rostro, esta vez acompañada de un pequeño toque de malicia, mientras le entregaba el sable de Nie Mingjue a Wen RuoHan.

Su cuerpo dolía no podía hacer nada más, sólo esperar a ver como su preciado sable era destruido frente a sus ojos; sin embargo algo más llegó en ese instante, sintiendo nuevamente sus ojos pensados y siéndole totalmente imposible abrirlos se dio porque ese era su final.

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La sangre se esparcía por el suelo. Wuxian y Lan Wangji seguían peleando en busca de entrar a los territorios de la Ciudad sin Noche. La batalla había sido extremadamente dura, incluso Wei Wuxian se vio obligado utilizar el cultivo demoníaco mucho antes de lo que tenía planeado. Lan Wangji se encontraba a su lado temeroso de que si su pareja se llega a exceder se vería demasiado afectado por esa forma de cultivo.

Cambiemos la historia | WangXian |Where stories live. Discover now