Cambiemos la historia | WangXian |

Capítulo 13

La sangre enemiga se esparcía por el suelo de Lotus Pier, los cuerpos de los Wen, Wang LingJiao y algunos discípulos de la secta YunmengJiang yacían inertes. El aroma a óxido rodeaba todo el lugar y el tinte rojo manchada el uniforme de todos los que aún seguían peleando. A pesar del tiempo transcurrido había alguien que no había aparecido, ese era Wen Chao junto a Wen Zhuliu, no había rastros de ninguno de los dos. La pelea se extendió más de lo pensado, la fuerte actividad física estaba pasando factura al cuerpo de todos.

Jiang Cheng peleaba hombro con hombro junto a Lan Xichen, en busca de proteger a sus heridos padres. Yu Ziyuan se encontraba con un brazo roto y un profundo corte en su espalda, pero aún estaba consciente, a diferencia de su esposo. Jiang Fengmian estaba inconsciente con una sangrante herida en el abdomen, la hemorragia era detenida por la mano sana de su esposa.

El resplandor púrpura de Zidian se notaba con fuerza, los azotes del látigo los recibía todo aquel que se les acercara. La espada de Lan Xichen atacaba sin piedad a todo enemigo que se le atravesase y logrará escapar del castigo impartido por Jiang Wanyin. Los movimientos de ambos eran fluidos y su sincronización perfecta, terminado en una danza carmesí.

Los sonidos del guqin atravesaron el aire siendo acompañado por una flauta, la majestuosa, pero intimidante melodía llamó a la vida a los cadáveres de los Wen caídos, obligados a luchar contra su propia secta. Detrás de ambos jóvenes estaba Qingheng-Jun recostado en un pilar, la herida en su pecho sangraba menos, pero algún movimiento brusco y lo más probable es que se desangre hasta la muerte.

La melodía interpretada por los jóvenes amantes se volvió más intimidante, un destello rojo brillaba en los ojos de Wei Wuxian. Con esto acabarían, lograrían ganar la batalla, lo lograrían. Ambos estaban concentrados en manejar de la mejor manera aquello para evitar que el cultivo demoniaco se vuelva en su contra.

Un dolor punzante vino del cuello de Wei Wuxian, algo delgado, parecido a un hilo se había enredado en aquella parte vital. La melodía se detuvo, los cadáveres cayeron al suelo y la persona detrás de Wei Wuxian dejó ver su rostro.

La mirada de odio que recibió el atacante le heló la sangre, Su She sostenía la cuerda de guqin. Lan Wangji se quedó inmóvil, su rostro se oscureció y sus dientes se apretaron.

- Veo que la secta MolingSu es digna de la protección del sol.

La voz de Wen Chao se hizo presente, acercándose lentamente hacia Wei Wuxian empuñando su espada. Los dedos de Lan Wangji trataron de moverse sobre el guqin, pero Su She atravesó en su camino a Wei Wuxian, el Segundo Jade no tuvo más opción que abandonar todo intento de atacar.

- Ese Meng Yao fue de mucha ayuda. Es patético que el afamado Segundo Joven Maestro Lan se detenga solo por una vida.

Wen Chao sonrió maliciosamente, su espada de apoyó lentamente sobre el hombro de Wei Wuxian.

- Debería cortar tu brazo... O mejor cortó esa lengua.

Una carcajada sonó por parte de Wen Chao, su espada presionó un poco más el hombro de Wei Wuxian causando una herida. En un abrir y cerrar de ojos Su She cayó al suelo con una fina y fatal cortada en su cuello. Un grito cruzó el aire, lo que eran carcajadas se convirtieron en gritos de dolor, la sangre fluyó libremente y Wen Chao veía horrorizado como su brazo fue cortado. Wei Wuxian y Lan Wangji miraron a quién había detenido a esos dos.

A punto de atacar a su salvador se encontraba Wen Zhuliu, siendo detenido por Zidian que se enredó en su cuello y atravesado por la espada de Lan Xichen.

Wei Wuxian y Lan Wangji se apresuraron en sostener a Qingheng-Jun, su herida sangraba en abundancia  nuevamente y por su boca escurría un hilo de sangre. El líder Lan se sentía débil, muy posiblemente balanceándose entre la vida y la muerte cayó de rodillas; como pudo tiró de la túnica de Wei Wuxian, llamando la atención del chico, y se las arregló para hablar con sus últimas fuerzas.