Cambiemos la historia | WangXian |

Prólogo

Uno, dos, tres, cuatro...

Seguía retrocediendo, a su espalda el gran acantilado. Después de todo, es lo que quieren; no es como si le quedara mucho: su más querido shidi lo mira con odio, su amada shijie murió frente a sus ojos, solo le queda algo por hacer antes de entregar su patética existencia: destruir el sello de tigre estigio.

De cualquier manera no cree que alguien aún se preocupe por él. Está solo, vivía solo y ahora morirá solo, con el recuerdo de las miradas de odio de quienes alguna vez llenaron ese vacío. Siente las lagrimas deslizarse por su rostro ¿Qué mas da? Está a punto de acabar con todo. Retrocediendo los dos pasos que le faltaban, todo terminó.

Sin donde más pisar, se deja ir al vacío.

- ¡Wei Ying!

Wei Wuxian levantó la vista, para ver quien era la persona que lo sostenía y libraba de su final 

- Lan Zhan, sueltame.

Lan Wangji negó con la cabeza mientras lo miraba fijamente y su agarre se tornaba más fuerte, su brazo sangraba y su anteriormente pulcra túnica blanca estaba teñida de sangre.

Detras de ellos Jiang Cheng se acercaba, al notar su presencia el Lan volteo 

- Jiang Wanyin 

Un ''no lo hagas'' quedó atrapado en la garganta de el Segundo Jade

- Jiang Cheng

- Wei Wuxian, vete al infierno

Empuñó su espada y atacó directamente al que alguna vez fue su hermano, eso bastó para que el agarre de Lan Wangji flaqueara y el cultivador demoniaco callera.

En un abrir y cerrar de ojos la figura de blanco se acercó a la orilla del acantilado y se dejó ir, impulsándose un poco para poder alcanzar a Wei Wuxian. En el aire envolvió el cuerpo del joven de negro entre sus brazos.

- Lan Zhan... ¿Por qué?

- No estas solo

- Tenias que vivir

- No. 

''Una vida donde  no estés, no vale la pena vivirla''

- ¡¿Por que?!

El silencio reino, no fue hasta que estaban a unos cuantos metros de estrellarse en el suelo que este se rompió

- Te amo, Wei Ying.  

''Te amo, desde que te conocí me enamore de ti, por no querer admitirlo te perdí. Juro que nunca mas, y si tuviera otra oportunidad, no dudaría en quedarme contigo y protegerte de la mejor manera; y aun cuando hoy entregue mi vida junto a la tuya, solo me arrepiento de no decírtelo antes''.

                                                                                          .

                                                                                          .

                                                                                          .

- ¿No morimos?

- Si, lo hicieron

-¿Entonces que hacemos aquí?

- Solo les haré un favor

- ¿Por que?

La mujer vestida de blanco sonrió ampliamente ...