Monster. (Louis Tomlinson y Liam Payne) Tercera temporada.

Capítulo 38

Cuando ese martilicio terminó, me acerqué  a Liam, había conseguido algo más de 500 euros, no era mucho pero tampoco era un número escaso... Pero el no parecía estar atento a nada de lo que le decía, más bien intentaba evitar tener una conversación conmigo.

-Pues Michael echó a dos tíos que intentaron acercarse demasiado a una compañera...

-Ajam...

Noté que ignoraba lo que decía.

-¿Me estás ignorando?

-Louis se ha acercado a mí...-Dijo sin responder a mi pregunta.- Me ha ofrecido pagar nuestras deudas y darnos dinero para nuestros hijos si pasaba una noche contigo.

-¿Qué le has dicho?

-Que no...

No es que quisiera pasar una noche con Louis, no quería ni recordar lo que había pasado tiempo atrás... Pero era una buena salida a todo aquello que nos estaba pasando. Liam sacó de su bolsillo el papel en casa y después de mirarlo durante un rato, sacar algunas lágrimas y suspirar, lo dejó sobre la mesa y se marchó a dormir... O al menos a intentarlo. Yo también miré ese papel... Lo odiaba.. Subí las escaleras y me acosté en la cama junto a Liam, quien parecía no querer decirme nada.

A la mañana siguiente, Liam seguía perdido en su pensamiento, el papel seguía en el mismo lugar que el día anterior y juraba quedarse allí mucho tiempo. Leí el papel del desahucio: “Falta de pago en algunos factores inmobilisticos durante un largo plazo”, la orden del juez de menores para quitarme a mis hijos “No cumplen los requisitos mínimos para poder darles un buen hogar a los menores.”  El dolor que me suponía perderlos me hizo tomar una decisión, cogí esa tarjeta con el maldito nombre escrito en negro y su estúpido número y me acerqué a la cocina, donde Liam se había servido su tercer té. Me senté delante de él, saqué la tarjeta y muy lentamente la puse al lado suyo. Él la miró pero no dijo nada, siguió tomándose su té.

-Liam, sólo nos arriesgaremos una vez más...-Siguió sin responder.- Liam..

-Eres mi mujer, no voy a dejar que hagas eso...-Dijo en susurro, sin levantar la mirada del vaso.

-Pero no se trata de mí, ni de ti... Sino de ellos. No quiero perdelos.

-¿Te piensas que yo sí?- Adquirió malhumorado.

-No pienso eso...

-Entonces cállate.-Balbuceó, nunca me había dicho eso. Así que me levanté y volví caminando al sofá donde seguí leyendo los informes... “Incompetencia paterna” “En paro” “Desahucio” “ Poner a sus hijos bajo protección judicial ” “ Retirarlos” “Centro de acogida o tutela separada”