- ¡Nooo! ¡Déjelo! - Grité y salí corriendo a tomar al niño y apartarlo de aquel hombre, quien aunque estaba en silla de ruedas tenía un látigo en la mano con el que amenazaba a un niño indefenso y le gritaba, además había allí un caballo brioso que...
Llevamos dos días en la clínica, a este punto ya he llamado a la familia de Paula.
Margarito ya está consciente, lo tienen en observación debido a la hipotermia que sufrió, pero pronto podrá ir a casa. De Ana Paula nos dicen poco "pronóstico reservado" como si eso significara algo para nosotros.
Margarito sólo pregunta por ella y nos ha contado poco de lo sucedido, pero al parecer si cayeron del caballo, pero sus golpes no revestían gravedad , la peor parte se la llevó ella.
La última vez que la vi fue cuando bajamos del helicóptero en la azotea del edificio de la clínica y nos recibió el equipo médico; no me he atrevido a pedir que me dejen pasar pues no me siento con ningún derecho ya que allí está su familia.
Yo ya he ido a descansar a un hotel cercano, no he dormido mucho, pero no nos podemos quedar todos en la clínica, en este momento logro convencer a la familia de Paula y a Daniela que vayan también al hotel a descansar y cambiar su ropa, lo hacen y nos quedamos Hugo y yo.
Hablo con el médico, que a propósito resultó ser un viejo amigo, él también es de San Gabriel y fuimos compañeros de colegio, continuamos nuestra amistad hasta que me ocurrió el accidente, luego no nos volvimos a ver. Ernesto dice que nada ha cambiado con Paula, que sólo hay que esperar, me ofrece pasar un momento a verla y no me puedo negar y es impactante todo los aparatos a los que la tienen conectada, me parte el corazón ver a una muchacha tan fuerte, tan valiente, ahora tan débil e indefensa.
Tomo su mano y cierro los ojos y vuelvo a orar por segunda vez en mi vida.
En la Hacienda están todos muy preocupados, no los he vuelto a llamar pues no tengo noticias nuevas. Por otro lado me sorprende enterarme que Paula había hecho tan buena amistad con Gustavo, el arquitecto con quien estoy haciendo un nuevo proyecto aquí en la ciudad, me ha llamado varias veces directamente a preguntarme por ella, al parecer a quien ella toca empieza a quererla.
Más tarde llega su hermano solo, su tía se quedó en el hotel, él es un chico muy callado, claro que puede ser efectos de la situación, su única hermana y la persona de la que prácticamente dependen económicamente está inconsciente y me siento culpable.
Al tercer día en la mañana le dan salida a Margarito, voy a enviarlo inmediatamente a la Hacienda para que se termine de recuperar bajo los cuidados de María, pero no se quiere ir sin ver a Paula, logro con ayuda de Ernesto que le permitan entrar, cuando la ve llora pidiéndole perdón, le dice que fue su culpa el que se desviaran del camino en su paseo y al ver que se pone tan mal trato de calmarlo y lo abrazo asegurándole que ella estará bien.
- ¿Me lo promete patrón?- Me dijo
- Margarito no está en mis manos, pero recuerda que Ana Paula oraba a Dios, ve a casa y desde allá pide a Dios por ella, cuando se ponga bien yo te avisaré.
Cuando Hugo se lleva a Margarito, me quedo un rato en la habitación de Ana Paula. Ella empieza a moverse intranquila, así que la tomo de la mano y de pronto pronuncia unas palabras:
- Rogelio es malo.
En ese momento no sé que siento al escucharla, me alegra escuchar su voz, pero me siento muy mal al apreciar que talvez esa palabras reflejen lo que piensa de mi, no le suelto la mano y repentinamente ella abre los ojos.
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Ernesto nos dice que está consciente pero desorientada, así que le ha puesto un calmante.
