🔸El chico que traicionó🔸

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Sentí como lentamente algo recorría mi cuerpo poco a poco, algo amargo y corrosivo, algo que calentó mi cuerpo de una manera malévola, que subió a mi cabeza y se agolpó en mi cara como lava hirviendo

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Sentí como lentamente algo recorría mi cuerpo poco a poco, algo amargo y corrosivo, algo que calentó mi cuerpo de una manera malévola, que subió a mi cabeza y se agolpó en mi cara como lava hirviendo. Quise golpearla, golpearla hasta cansarme, tirarla al suelo y patear todo su cuerpo materialista y superficial. Apreté con fuerza los puños hasta que noté cómo las uñas se clavaban en mis palmas... No sé cuál fue mi expresión en aquel momento, pero podía imaginarla; ella sin embargo sonrió y se dio media vuelta, dejándome plantada ahí con toda aquella ira.

La imagen de su sonrisa burlona permaneció en mi cabeza durante toda la jornada de clase, me acompañó hasta mi casa y se quedó conmigo mientras miraba el vacío sentada en la oscura y solitaria sala.

― ¿Te ocurre algo? ― exclamó una voz de pronto a mi izquierda.

Volví la cabeza de inmediato y observé a mi mamá plantada junto a la puerta con los brazos cruzados sobre su pecho. No sabía cuánto tiempo llevaba mirándome en silencio. Vacilé un momento antes de contestar de mala manera y suspiré profundamente antes de decir cualquier cosa.

― ¿Cómo puede haber gente tan odiosa en el mundo?

― Pues... no sé, hija... ya ves lo que dicen muchos: Cada cabeza es un mundo, y a veces el mundo de algunas personas está bastante podrido ― respondió mientras andaba lentamente en la oscuridad hasta donde me encontraba. ― ¿Qué te ha pasado?

Permanecí en silencio durante unos minutos pensando en qué contestar, en si debía decirle a mi mamá lo que había pasado con Renee, ¿por dónde empezar?... tal vez no había sido tan buena idea haber dicho una sola palabra.

― Renee confesó hoy que se acostaba con Ben cuando él y yo aún salíamos ― repuse sin más miramientos.

― ¡Válgame Dios!... Eso sí es bajo ― dijo ella dejándose caer a mi lado y llevándose una mano al pecho.

― Asqueroso ― atajé sin pensarlo.

Era verdad, aquello me producía un asco horrible, me sentía sucia, usada y tonta. Había creído en aquel chico, le creí todas aquellas absurdas mentiras de que me quería, que no existía ninguna más para él, que estaríamos juntos siempre... Qué increíbles son aquellas estupideces que solemos decir los jóvenes cuando estamos enamorados, pero aún más estúpidos somos aquellos que creemos esas palabras las cuales más tarde, al resonar en tu cabeza las hayas tan huecas y sin sentido.

― Dios... ― exclamó llevándose ahora la mano a la frente ― No creí que mi bebé pasara ya por este tipo de problemas.

― Mamá, por favor...

― Ya sé, ya sé... Debo hacerme a la idea de que ya eres grande y todo eso, pero para una mamá es tan difícil ― explicó ella.

― Algún día lo entenderé ― dije yo encogiéndome de hombros.

Destellos escarlata  [COMPLETA ✔️ Novela 1] Where stories live. Discover now