Destellos escarlata [COMPLETA ✔️ Novela 1]

🔸Alex🔸

¿Es que por su mente también había pasado por un instante aquellos tiempos? ¿qué era lo que había ocurrido para que dejáramos de ser amigos? Recordaba a Alexander McClain como un buen amigo, uno que nunca me había hecho sentir mal. La habíamos pasado muy bien durante nuestra infancia; eran buenos recuerdos para ser sincera.

— Miren a quién tenemos aquí.

Aquella voz me hizo apartar la vista de los destellos escarlata que el sol arrancaba del cabello del muchacho de ojos verdes sentado a sólo un par de metros de mí. El tono de esa voz estaba cargado de malicia y sarcasmo, un tono que siempre la había escuchado usar con otros alumnos, pero nunca conmigo. No habíamos sido grandes amigas, pero tampoco habían surgido problemas entre nosotras.
Renee Clapton, aquella chica de ojos grandes y sonrisa burlona me miraba desde su alta pero elegante estatura, parada delicadamente y a la vez ruda frente a mí. Retadora e intimidante. A su lado se encontraban Randy, Max y Kaya, sus más grandes escuderos en el grupo. Sus perritos falderos.

—A mí. Cassandra Bower — exclamé tratando de no verme atemorizada por su presencia.

Pero era difícil no hacerlo, no sólo por su imagen de chica ruda. Ella en verdad era poderosa dentro de las paredes del instituto, una chica con influencias, alguien de quien quizá podía depender mi estabilidad dentro del colegio.
Todas las chicas la idolatraban y podían creer cualquier cosa que saliera de su boca. Cualquiera. Además, su padre era una persona importante; una de esas personas adineradas que ayuda a las escuelas con donativos económicos. A su lado, mi mamá era una simple maestrucha. Pero mantuve mi gesto inquebrantable y no me dejé intimidar por la rubia.

— Yo diría que eres más bien una chica bastante sola — comentó ella soltando una risotada.

— Ahora lo estoy. Pero eso puede cambiar, ¿sabes?

— Creo que no — se apoyó con ambas manos sobre la mesa acercando su rostro más al mío, clavando su mirada de ojos azules fijamente sobre la mía —. ¿A caso no lo vez? Eres una don nadie sin nosotros, Cassie. Todos te buscaban únicamente por que eras del grupo, y ahora todos te ven como algo inferior. Qué pena por ti.

— Ahora debes estar muy arrepentida por lo que dijiste. ¿A que sí? — comentó Kaya dando un paso hacia adelante al mismo tiempo que su sonrisa se acentuaba.

— En realidad no, ¿sabes? — sonreí con suficiencia y me puse en pie sin más.

Tomé mi mochila que estaba junto a la silla desocupada a mi lado, me la eché al hombro y con aire resuelto pasé por su lado, sintiendo la mezcla de perfumes de los cuatro agolpándose en mis pulmones y la sangre de todo mi cuerpo acumulándose en mi cara. Juraba que mi rostro estaba rojo con la ira y la impotencia de no poderles azotar un golpe a cada uno en el rostro para que dejaran de reír como estúpidos.

Abrí la primera puerta que estuvo a mi alcance y casi me doy de bruces con un par de chicas de primer año, que escandalizadas por mi repentina aparición comenzaron a murmurar rápidamente.
Al mirar de pronto hacia mi derecha me topé con la imagen de una chica de ojos castaños con las pupilas dilatadas y la vena de la sien a punto de explotar. Mi largo cabello oscuro muy alborotado y un profundo gesto de rabia que desencajaba mis facciones.
Había ido a parar hasta un baño, que para gran sorpresa se encontraba solo, pero no iba a arriesgarme, así que fui hasta uno de los cubículos, cerré la puerta y grité con fuerza sacando todo lo que había en mi interior.