🔸La traición es el comienzo🔸

4.1K 563 102
                                    

Bryanna, Andrea y yo, subimos en el auto de Ben; en cuanto a Renee, Randy y Max, se fueron con Ethan en su camioneta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Bryanna, Andrea y yo, subimos en el auto de Ben; en cuanto a Renee, Randy y Max, se fueron con Ethan en su camioneta.

Ethan Wellinstone, un chico atractivo, de mandíbula prominente, piel rosada, y cabello y ojos castaños, encabezaba la marcha en la camioneta blanca último modelo de su padre, un doctor muy respetado del pueblo el cuál, después de eso no prestaría su auto una vez más al muchacho, y quién sabe, quizá tampoco su confianza.
Les seguíamos nosotros en el Mustang sesenta y nueve de Ben, y por último, tras de nosotros, un auto de policías con las luces encendidas y dos oficiales ansiosos de meternos una reprimenda. Algo que obviamente no se compararía con el castigo que mi mamá me tendría preparado.

— Mis padres van a matarme — la voz chillona de Andrea reflejó el terror que la muchacha sentía.

— Creo que todos estamos muertos — repuse dando un sonoro suspiro.

— ¡Vamos! Un poco de diversión no le viene mal a nadie — dijo Ben soltando una risotada cargada de locura e incoherencia.

— ¿Diversión? — pregunté sin poder creerlo —. ¡¿Diversión?! ¡Tuviste el descaro de seguir fumando esa porquería frente al oficial! ¡¿Eso para ti es diversión?!

El escucharlo decir aquello hizo que la rabia estallara dentro de mí haciéndome gritar como loca, porque aquel muchacho no se había tomado la molestia siquiera de tirar el cigarrillo, ni por nosotros, ni al saber que también nos metería en problemas.
Benjamin no se sorprendió de mi actitud, soltó una carcajada aún más estridente con los ojos pegados al frente.
En los asientos traseros, las dos muchachas guardaban un silencio sepulcral, casi parecido al que se siente en un velorio.

— ¡¿Qué es lo que te causa tanta gracia?! ¡Estás loco! — grité elevando aún más la voz. Si es que eso era posible — ¡¿A caso quieres morir?! ¡Porque eso es lo que provoca esa porquería! ¡¿Lo quieres?!

Pero el muchacho no contestó, siguió riendo a mandíbula batiente de mí.

— ¡Pues te voy a dar ese gusto!

Me abalancé sobre el volante que el muchacho mantenía sujeto con ambas manos y comencé a moverlo con  fuerza, haciendo que el auto se balanceara por la carretera de un lado a otro peligrosamente.
Andrea y Bryanna gritaban con temor, pidiendo que paráramos de una vez; pero no podía, estaba furiosa, quería cumplirle su capricho aunque no solo estuviéramos nosotros en el auto, quería darle una lección. La patrulla que teníamos tras nosotros hizo sonar la sirena, y eso fue como el botón de encendido de mi cordura. Me volví a mi asiento y miré al frente con los brazos cruzados fuertemente contra el pecho y lágrimas en los ojos por el coraje que sentía.

— Cariño, creo que si hablamos de locos, tú no te quedas atrás — comentó él sin borrar la sonrisa maliciosa de su rostro.

— Cierra la boca — exclamé de malos modos con la mandíbula fuertemente apretada y miré por la ventanilla.

Destellos escarlata  [COMPLETA ✔️ Novela 1] Where stories live. Discover now