Capítulo 7

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Despierto con la dulce melodía de los pájaros en mi ventana, hoy cumplo una semana de estar viviendo con el entrenador, y si soy sincero, es extraño

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Despierto con la dulce melodía de los pájaros en mi ventana, hoy cumplo una semana de estar viviendo con el entrenador, y si soy sincero, es extraño.

Sé lo mucho que se esfuerza Kazemaru-san por hacerme sentir a gusto, siempre me está preguntando cómo estoy y en más de una ocasión en la noche he sentido sus pasos por el pasillo en dirección a mi cuarto, abre la puerta suavemente y ya luego la vuelve a cerrar, supongo que es para aserciorarse de que sigo aquí.

Hoy en martes, y como cada semana, debo ir a la sesión con el psicólogo, la verdad es que es un total fastidio, me pierdo de los entrenamientos matutinos y de las primeras dos clases por su culpa, ya que las citas están programadas para la mañana y aunque podría asistir al instituto y luego retirarme, Kazemaru-san cree que es mejor hacerlo de este modo, según él así no me sobreexijo demasiado.

Hace unos tantos meses comencé a escribir en las notas del celular, según el señor que me trata es una buena forma para sacar y controlar mis emociones, claro que muchas veces lo olvido cuando estoy en alguna crisis, es un poco estúpido pensar que mientras siento que todo se me derrumba y me ahogo en ansiedad voy a tener ganas de escribir.

Justamente el día de ayer estuve anotando algunas cosas, mi ánimo se había ido al piso sin razón alguno, me encerré en la habitación que me habían asignado y no quise salir por todo lo que quedaba de la tarde, fingiendo estar dormido para no molestar a nadie.

Pero claro, como dije antes, Kazemaru-san siempre viene a verme para asegurarse de que esté bien, fue entonces cuando me encontró, yo estaba sentado en el piso, a un costado de mi cama, con las rodillas flectadas y mi cabeza entre ellas, jalando inconscientemente mis cabellos. Si digo la verdad, ni siquiera recuerdo haberle escuchado abrir la puerta, solo me di cuenta de que estaba conmigo cuando le sentí abrazarme, fue agradable, me rodeó entre sus brazos y no dijo ni una sola palabra, solo me arrulló levemente hasta que me calmara.

Sonará patético, pero eso me hizo recordar a Shindou, la vez que nos declaramos en su cuarto, la noche de la tormenta...

Ya sé que él pudo haber sido muy mala persona conmigo, ya sé que hizo muchas cosas que no debía y de las cuales yo no tenía la culpa, el psicólogo del hospital se ha encargado de hacérmelo comprender en muchas ocasiones, con diferentes métodos y cosas raras que ellos suelen utilizar para tratar de comprender y manipular la mente, sin embargo, una parte de mí le sigue queriendo, una parte de mí sigue perdonándolo, todas las personas cometen errores, todos se equivocan, de eso se trata la vida, ¿No es así? De equivocarse y aprender de ello.

Claro que nada de estas cosas se las he comentado a Kazemaru-san ni a Masaki, seguro si lo hago querrán matarme por defenderle, pero es que joder, mi corazón sigue pensando que en algún momento él puede cambiar, sé que tuvo sus motivos para golpearme, sé la justificación para cada bofetada, y sé que a él también le duele estar separados, a mí me duele horrible ya ni siquiera poder verle en el Raimon.

Quédate Por Mí©[Inazuma Eleven GO Yaoi] [Ranmasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora