Capítulo 23

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"Haruya

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"Haruya..."

"Ayuda..."

"¡Una ambulancia por favor!"

"¡Ayuda!"

"Por favor... Sólo... No..."

"No te vayas..."

"No me dejes..."

¿En qué momento su vida había pasado a esto?

¿En qué momento ocurrió que no fue capaz de ver lo que estaba frente a sus ojos, ver que algo malo estaba ocurriendo?

Quiso confiar, confiar en su pareja, en la persona que llevaba años a su lado, creer que todo era una ilusión, que él estaba equivocado.

Lástima que confió demasiado.

¿Y si hubiera conseguido hacerle frente, detenerlo antes de salir de casa?

Hacer que le confesara la verdad sobre las actitudes misteriosas que había estado teniendo de hace semanas atrás, que supiera que él ya le había descubierto, tal vez así hubiera aminorado su carga, quizás así le hubiera dicho qué estaba pasando con su vida y porqué desaparecía por las noches.

Quizás así hubiera evitado que se desplomara a mitad de la nada.

En medio de toda desesperación intentó llamar a los números de emergencia, daba igual cuál, solo necesitaba que alguien le escuchara y le ayudara con el cuerpo que a duras penas lograba escuchar aún respirar, notando como su piel cada vez se volvía más pálida y gélida, observando sus labios perder su color natural, a la par que esos bellos orbes color zafiro que entre lágrimas vio cerrarse unos pocos segundos después de ir a socorrer a quien llamaría su alma gemela.

Con los ojos vidriosos le rodeo por detrás de la espalda, con cuidado, como si de una hoja de papel se tratara, o algo tan débil y frágil como una figura de porcelana, mientras que con su mano libre intentaba hacer presión en la herida del albino, la cual no hacía más que sangrar, tiñendo todas sus ropas de un tono carmesí, aunque claro, aquello era lo que menos importaba en ese momento.

Su móvil se hallaba en el piso, a un costado de él, y luego de un par de tonos pudo escuchar que alguien atendía a su llamada, una voz dulce, de una chica que probablemente no sobrepasaría los 20 años, preguntando amablemente qué era lo que sucedía, en qué lugar se encontraba y que intentara guardar la calma, la ambulancia no tardaría mucho en llegar, unos cinco minutos como máximo.

Cinco minutos en los cuales su pareja podría debilitarse aún más de lo que estaba, cinco minutos en los cuales podría perder la vida, cinco minutos que decidirían el futuro de su tan amado "reina de hielo".

Le rogaba al cielo que por favor aquel tiempo le bastara, que por favor fuera suficiente para que la persona entre sus brazos no se fuera para siempre.

Quédate Por Mí©[Inazuma Eleven GO Yaoi] [Ranmasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora