—Lo sé... —bostezó— Lo siento.

El mayor asintió con la cabeza y en ese momento Jungkook se levanta para dirigirse a un mueble y comenzar a servirse un vaso de agua para tomarlo junto con unas pastillas.

—¿Y qué haces aquí? —pregunta finalmente, sin mirarle— ¿Viniste sólo a regañarme?

—No, quería hablar de algo contigo...

—Vale —asiente, volviendo a su escritorio y comenzando a sacar unos folders de un cajón— Habla mientras reviso estos informes... —dice poniéndose unos lentes y colocando su atención en las páginas.

Suspirando, el señor Jeon se acerca al escritorio metiéndose las manos en los bolsillos y observando atentamente a su hijo.

—Bueno... como ya sabes, iré a quedarme en una residencia la próxima semana para tratar mi enfermedad. Así que mi mano derecha es quien seguirá preparándote y podrás preguntarle cualquier cosa respecto al trabajo.

—Okay, gracias —responde de forma cortante sin apartar la mirada de los informes— Si eso es todo, puedes retirarte.

—No es todo.

Jungkook alza la mirada, bajando un poco sus lentes para observar a su padre con cierta confusión.

—¿Pasó algo malo? Nunca me dices más de dos cosas a la vez.

—No creo que sea algo malo, sólo que últimamente he estado reflexionando un poco sobre mis actos en el pasado y antes de morir, quería pedirte disculpas por no ser el padre que siempre quisiste o debiste tener.

—Y yo lamento ser el hijo que nunca quisiste tener —sonríe de forma sarcástica.

—No me jodas, Jungkook.

—Está bien, lo entiendo —se apresura a decir— No importa, eso lo superé hace años pero si quieres mi perdón, ya lo tienes. Perdonado, listo.

Dicho esto, siguió con su lectura mientras que su padre resoplaba e intentaba tenerle paciencia.

—¿Siempre seguirás molesto conmigo?

—Adivinaste.

—Hijo, lo que te dijo tu madre aquel día es verdad, yo siempre te he querido... pero nunca nos hemos llevado lo suficientemente bien y no quiero morir sabiendo que mi hijo me odia.

Jungkook apartó la mirada, suspirando con pesadez y algo de incomodidad.

—No te odio, sólo que durante toda mi vida fuiste un maldito conmigo y siempre me utilizaste para tu beneficio. Inclusive ahora, me sacaste de la cárcel sólo para ocupar tu puesto de mierda. Ni siquiera sabes nada sobre mi vida. ¿Alguna vez te importó mi felicidad o salud? No, nunca. Así que hazme un favor y sal ahora mismo de mi oficina, estoy ocupado —finalizó, sacando una pluma y comenzando a escribir rápidamente algo sobre los informes.

En ese momento, y sin ninguna expresión en su rostro, el señor Jeon saca un paquete dentro de su saco y lo tira sobre el escritorio. Jungkook inmediatamente alza la mirada, observando el paquete y después frunciendo el ceño.

—¿Qué es eso? —pregunta, viéndole confundido.

—Es la cantidad de dinero exacta para sacar a Park Jimin, junto con los permisos judiciales y demás.

Al instante Jungkook le mira atónito, quitándose los lentes y sin poder creer lo que acababa de decir.

—¿Qué?

—¿Acaso olvidaste que tenía a alguien que me contaba todo lo que hacías en la cárcel? —levanta una ceja— Sé absolutamente todo sobre ese chico, así que, supuse que de alguna u otra forma estabas buscando la manera de sacarlo pero no tenías la misma influencia que yo, y bueno... pensé que eso era lo que querías, tómalo como muestra de que realmente me importas.

Presos Deseos ✗ kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora