032.

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Habían pasado exactamente cuatro meses desde el incidente de Jimin.

Poco a poco, Jungkook tuvo que acostumbrarse a la presencia de Beomgyu en la celda y para su fortuna el chico no era problemático. Sin embargo, en la cárcel eso era un problema por absurdo que sonase, ya que al Beomgyu tener una apariencia juvenil e inofensiva, muchos reclusos habían intentado hacerle daño de todas las formas posibles.

Y Jungkook, guiándose por el extraño buen corazón y sentido de solidaridad que tenía, decidió protegerlo. Era su nuevo compañero de celda y no iba a permitir que le hicieran algo que le perjudicara para siempre o corrompiera por completo. La sentencia de Beomgyu era muy baja, sólo tenía tres años, pero en tres años podía pasar de todo y Jungkook se iba a encargar de educarlo bien con todo lo que sabía al respecto de la cárcel.

Vió la llegada de Beomgyu como una especie de distracción, así no estaba pensando en Jimin las 24/7 o inclusive llorando en las noches. Sin embargo, siempre lo tenía en mente, siempre. Y su desesperación por saber su estado aumentaba cada día más al punto de llegar a la desesperación, lo peor es que en el hospital le dijeron que si Jimin no despertó en un mes, probablemente no iba a despertar nunca y que rara vez los pacientes lo hacían después de eso.

A veces recibía visitas de la hermana de Jimin, Chaeyoung, ella le mantenía al tanto de la situación y era consciente de su relación con Jimin.

Pero Jungkook sentía que iba a volverse loco, necesitaba urgentemente ver a Jimin, aunque sea sólo una vez más o lo que sea. Prácticamente se lo arrebataron de un día para otro, necesitaba ver su rostro de nuevo y ver con sus propios ojos que estaba bien, o en peores casos, que realmente estuviese vivo.

Porque en su delirio mental, comenzaba a pensar teorías paranoicas que lo ponían sumamente nervioso, tales como: ¿Y si Jimin realmente murió en el hospital pero no quisieron decirle nada por temor a como reaccionaría? Ya que si eso hubiese pasado, estaba por seguro que se hubiera vuelto loco e inclusive volviera a atentar nuevamente contra su vida. ¿Y si todos le estaba mintiendo por su bien?

Jungkook comenzó a sospechar de absolutamente todo, y por eso necesitaba ver con sus propios ojos la verdad.

—Ayúdame —le suplicaba a Seokjin cuando estaban en el patio, detrás de un muro— Por favor, Jin. Tienes que ayudarme.

Pero Seokjin se negaba.

—No, Jeon. Es demasiado riesgoso... Van caerte como diez años más si lo intentas.

—Me importa una mierda —espetó, tragando saliva— Necesito hacerlo. Por favor... —pidió una vez más y esta vez Seokjin no tuvo otra alternativa.

—Vale... Esto no te saldrá barato —advierte— ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar?

—Lo que sea.

Finalmente el mayor suspira con pesadez y asiente.

—Si así lo quieres... Esto es lo que harás... —comienza a explicar en voz baja— Vas a pedirle a un funcionario que quieres ir a declarar al juzgado sobre el asesinato de Kang, con la excusa de que tienes pruebas de quién fue, obviamente no vas a confesar que fuiste tú, sino que servirá para que te saquen de la prisión y lleven en un autobús hasta la Corte... En el recorrido el autobús cruza un sendero solitario antes de llegar a la ciudad, en ese momento es cuando vendrá una pequeña emboscada con armas a detener el autobús y amenazaran al conductor. Una vez estés libre, afuera te estará esperando una motocicleta la cual usarás para ir al hospital. Ya después de eso, será a tu suerte...

——— [ 🖤 ] ———

Jungkook observaba la ventana del autobús en silencio, contemplando la pradera seca que los rodeaba la cual parecía más un desierto. Había seguido las instrucciones de Seokjin al pie de la letra y ahora se dirigía a la Corte, a su lado, se encontraba un funcionario quien era el encargado de vigilarlo. A continuación, miró sus propias manos esposadas y se preguntó en ese momento si lo que estaba haciendo era buena idea.

Presos Deseos ✗ kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora