20) un trago amargo

6 6 0
                                    

— ¿Ocurre algo, Amy? — la voz de mi mejor amiga es lo que necesitaba para que volvieran en si — pareces un tómate, tienes el rostro todo rojo — me mira con picardía — ¿Algún jugosos momento con alguien el cual acabas de recordar y me quieras contar?

Abrí mi boca dispuesta a contarle lo sucedido pero la cierro al caer en cuenta que no puedo hacerlo. Primero por que contarlo seguir como darle importancia al asunto, ambos estábamos borrachos por lo que no medimos nuestros acto y eso aclara que no tiene importancia y lo segundo es que se me vino a la mente que Mateo está super enamorado de ella.

Ya para él es muy difícil el solo el hecho de querer invitarla a salir como para agregarle otro obstáculo, conozco a Samy y se que contarle sería que se hiciera ideas equivocadas.

También soy consciente del hecho de que Mateo en ningún momento sacó a la luz lo sucedido por lo que está claro que para él fue algo irrelevante, así como también el hecho de que yo fui la lanzada al besarlo. En este momento siento como si me hubiera cachetado mi dignidad.

— claro que no — me hago la fastidiada y veo que hace un puchero — es la calor, últimamente está asiendo mucho calor — miento.

Samantha asiente no muy convencida con mi respuesta antes de volver su vista hacia su celular.

Unas vez llegamos al jardín botánico, la profesora se empezó a pasar de un lugar a otro hablando y explicando sobre no se que cosa, mientras que algunos de mis compañeros se dedicaban a plantar un árbol, a jugar con el fertilizante de las misma o hacían como yo... fingir prestar atención a la profesora cuando en realidad no era así.

Al paso de unas tres horas más o menos, por fin la profesora anunció que debíamos regresar. Llegamos justo a tiempo para la hora del almuerzo.

Ahora mismo nos encontramos Samantha y yo en la cafetería de la escuela, en una fila en espera de que sea nuestro turno para llenar nuestras bandejas con comida. No tengo mucha hambre pero Samantha me obligó a que comiera algo, alegando que estoy muy delgada.

— ¿Por qué no fuiste al cumpleaños de Mateo? — indaga de pronto — incluso tu hermano fue.

— ¿Cómo? — me hago la distraída.

— ¿Por qué no fuiste al cumpleaños de Mateo? — repite — fue ayer y ni siquiera te vi por ningún lado.

Ni siquiera estaba enterada de que fue su cumpleaños y no esperaba más, después de todo Mateo aún no me dirige la palabra desde el día que le dije que dejará de meterse en mis problemas, lo trate muy mal y él lo único que hizo fue ser un buen amigo.  Ya con hoy se cumplía una semana desde que Mateo y yo no cruzamos palabras, cuando me lo cruzaba por los pasillos pasaba de largo sin ni siquiera mirarme, cuando comíamos en la cafetería con los demás ni me miraba, esta molesto y es entendible. Aunque ahora que lo pienso yo soy la que debería andar molesta también ya que Mateo nunca me dijo lo de aquel beso y bueno...Pienso que debió decirme aunque el asunto no tenga importancia.

Suspiro.

— recuerda que él y yo no nos hablamos luego de como lo trate el día que Joan apareció frente a la casa, formando un gran escándalo.

— lástima, de lo que te perdiste — tomamos unas bandejas y empezamos a escoger la comida íbamos a comer. Como  no tenía mucha hambre opte por solo un sándwich de jamón y quiso, jugó de manzana y una mandarina. Samantha si tomo varias cosas — la fiesta estuvo genial. Lo último malo fue que lo hizo ayer, domingo, pero de resto estuvo bien.

Dime "Te amo" (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora