18) Es un secreto

20 7 0
                                    

3/3

Habíamos pasado casi diez minutos en una fila en espera de que fuera nuestro turno para subirnos a la montaña rusa y aunque era un poco fastidioso esperar tanto, todo eso valio la pena al sentir como mi cuerpo se llenó de una inexplicable emoción cuando finalmente estábamos subidos al juego.

Me encanta sentir la adrenalina correr por mis venas una vez que veo que el carrito de la montaña rusa va de caída, por lo que sin pensarlo dos veces me dirijo a los primeros asientos del carrito, notando que Sebas me imita no muy seguro, pero lo ignoro pensando que es producto de mi imaginación.

— ok, estoy pensando seriamente que fue mala idea subirme aquí — informa Sebas viéndose un poco horrorizado y arrepentido mientras que el juego anunciaba que estaba por comenzar.

Dirijo mi mirada a él — ¿Por qué?

— me da miedo estas cosas — me confiesa sin mirarme ya que sus ojos están todo el tiempo mirando al frente — pensé que ya había superado este miedo pero me equivoque.

Verlo tan aterrorizado me dio mucha ternura ya que nunca lo había visto así, parecía un pequeño niño frágil pero al mismo tiempo me hizo sentir un poco mal ya que estaba tan emocionada por el juego que ni siquiera me detuve a mirar su estado.

— oh mierda, Sebas ¿Por qué no dijiste nada?

— ¡Por que pensé que ya lo había superado! — repite alzando un poco la voz y posando sus ojos color marrón en mi. El miedo siendo claro en sus ojos. — necesito bajarme de aquí.

Yo asiento rápidamente mientras miro a todas direcciones en busca de algún encargado del juego para decirles que nos bajaremos pero al notar que los tubos de seguridad bajaron y que el carrito comienza a avanzar, todo lo que pensé se esfumó.

— Mierda — podía ver la desesperación clara en el rostro de Sebas mientras tragaba grueso y se aferra fuertemente al tubo. Ok ya no se veía tierno.  — vale, mira... — pongo mi mano sobre la suya notando que está le tiembla un poco. Pobre, esta aterrorizado. — intenta no enfocar tus pensamientos en esto, mejor...cierra tus ojos, ¿Si?

Ni siquiera sabía que hacer en este caso y eso me desespera ya que me siento como una completa inútil a la hora de querer ayudarlo. Si hubiera sabido desde un inicio que Sebas le temía a este juego, cuando él me lo hubiera sugerido me habría negado rotundamente, es que ¡Mierda!, ¿Cómo carajo se le ocurre subir a este juego si le temía?

¿En que estaba pensando este idiota?

Sebas cierro sus ojos, obedeciendo lo que le sugerí aunque aún se veía tenso, pero por lo menos se veía menos horrorizado. Dejo salir un gran suspiro mientras posó nuevamente la mirada al frente pudiendo ver que nos estábamos acercando lentamente a una subida.

— sabes...antes yo también le temía a este juego — le comento, aún con la mirada al frente — pero todo aquello cambio cuando le empecé a ver el lado positivo a esto.

— ¿A qué te refieres? — me pregunta aún con sus ojos cerrados.

Lo miro — pues— en el instante que estábamos subiendo Sebas se sobresalto un poco y sin darse cuenta colocó su mano sobre la mía, dándole un fuerte apretón. Su tacto a pesar de ser fuerte no era tanto como para dolerme, es más, era cálido y firme. Fue inevitable que mi corazón no empezará a palpitar como loco en mi pecho y que mis mejillas me empezarán arder —. Pues que... — Mierda es difícil concentrarme así — pues que si cierras tus ojos y sientes la adrenalina y la velocidad, junto con el viento pegándote en el rostro, no se tu, pero para mi es como un escape a la realidad, me olvidó de todo por un par de segundos — observo otro par de segundos su mano apretando fuertemente la mía antes de guiar mi mirada al frente y notar que ya estábamos en la cima, a punto de bajar a gran velocidad — se siente como si volarás — finalizó en un murmullo antes de que el carrito empezará a bajar en picada a toda velocidad.

Dime "Te amo" (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora