Parte 30 ☕

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El verano llegaba con una interesante ola de calor que muchos aprovechaban saliendo con sus familias o amigos a las playas más cercanas. Para Taehyung y Jungkook esto fue una buena oportunidad de escapar de labores cotidianas que comenzaban a convertirse en rutina. O esa excusa había presentado Kim.

En cuanto sus pies tocaron la arena Jungkook sólo pensó en correr hacia el mar dejándole su playera, sandalias y resto de sus cosas en manos de su novio. El agua estaba tan helada que apenas pudo meterse por completo sin estremecerse, permaneciendo allí tan solo cinco minutos.

-Gallina -Le dijo un niño, que armaba un castillo de arena.

Jungkook miró al pequeño y se agachó ante él.

-¿Sabias que los tiburones se llevan a los niños de la playa que se alejan de sus padres?

El pequeño, al creerle totalmente, salió huyendo dejando sus baldes de colores en el mismo lugar.

Minutos después, en los que Taehyung batalló con la sombrilla de playa, observó hacia la costa encontrando a su novio demasiado entretenido armando castillos de arena. Buscó entre sus cosas el protector solar y, aún más importante, su confiable cámara aprovechando unas tomas desde la distancia y otras al acercarse.

-¿De dónde sacaste eso, Kook?

-Uhm, alguien lo dejó aquí -respondió sin más-. ¿Tú qué haces con la cámara?

-Es para tomar fotografías a los tiburones que se llevan a los niños -contestó, notando que Jungkook abría un poquito los ojos y luego se volvían lunitas al reír-. No creía que fueras así.

Jungkook se puso de pie de un salto limpiando a la vez sus manos y shorts.

-¿Cómo? Tan sólo le ayudé con su castillo. Ahora se ve mucho más genial.

Rodó los ojos y pasó su dedo por la nariz de su pareja, dejando los rastros del protector solar.

-Vienes a la playa y te conviertes en un niño de ocho años. Quién lo diría.

Seguidamente siguió por continuar cubriendo el resto de las partes de las partes de Jungkook que podrían asolearse, recordándole que engañar a los niños estaba mal. Taehyung sabía perfectamente que Jungkook podía ser reservado pero también era algo así como extremadamente hiperactivo, al final su intento de pasar un tiempo romántico con él se transformó en paseos de kayak; viéndolo desempeñarse desde un lugar seguro con el surf; además de unos largos minutos de buceo donde todo lo que se encontraba lo sacaba para que le tomara una fotografía. Definitivamente, su pequeño bambi era aún más extremo de lo que pensó.

Se quitó las sandalias para que la arena que había entrado allí saliese, aquello quizás bastaba para otro de los castillos de arena de Jungkook. Al final de tanta movilidad el hambre acabó por golpearles a ambos.

-¿Y si probamos las ostras asadas, ya que estamos aquí?

Taehyung sonrió sin poder decirle nada que no fuera una respuesta positiva. Fue así como se encontró asando ostras en lo que Jungkook reía observando las fotos que había captado en la tarde.

-Fue una tarde muy divertida, hyung.

Dejó el aparato a un lado para buscar su celular ante el sonido de una notificación nueva. Taehyung le miró durante un segundo y siguió por beber un vaso de alcohol.

-Son buenas noticias, Tae.

-¿Sí? Dime -Le sirvió la primer ostra, encantado con la sonrisa que tenía en el rostro ahora.

-Será una niña -dijo, enseñándole la pantalla de su móvil-. Clara dijo que Hoseok volvió a llorar.

-Y Suni debe estar feliz, será hermana mayor.

Fotografías & Café | TaeKook Where stories live. Discover now