Parte 6 ☕

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Estiró sus brazos hasta donde pudo echando las cabeza hacia atrás, al ver que sus compañeros de clase iban marchándose detrás del profesor volvió hacia el frente y cerró sus cuadernos de apuntes y libros para luego ponerlos de regreso en su mochila. Para ser el primer semestre la materia ya lo estaba matando, tal como esperó que sería estudiar algo como estudios internacionales, y no es como que ser el chico de las notas altas fuera tan fácil, porque luego de un tiempo todos esperaban de ti mucho más en cada examen. Salió del aula, revisando si tenía algún mensaje importante pasando a ver la sección de noticias en la pagina de la universidad y la primer publicación fue la de Haerin. Cerró la pagina al instante y guardo su celular en el bolsillo de su pantalón, ahora en dirección a la salida. Estaba tranquilo por llegar a Hope Coffee para encontrase con Jackson, aunque lo que más esperaba era la clase que tenía con Seokjin al final de su horario en la biblioteca. Se sentía ansioso por verlo, notando entonces que era lo único que esperaba hacer los martes y jueves al final del día, porque luego podría volver a invitarlo a tomar algo a sabiendas de que Jin lo rechazaría pero de una u otra forma siempre acababan en su cama, enrredados entre sábanas y sudor.

Seokjin era, simplemente, el chico más hermoso de todo el mundo, con rasgos finos en una carita de mejillas redondas como las suyas, y la forma dulce de sus ojos comparada a su actitud tan energética y aveces inmadura, más sus labios gruesos y cintura pequeña, tan pequeña que lo podía sujetar de espaldas con sus manos y era su imagen favorita. Las curvas de su cuerpo, sus hombros anchos y su pecho firme, todo, todo era perfecto en él. Pero su risa era lo que más amaba, porque Seokjin se reía como si tuviera diez años, incluso si tenía que reír de sus propios chistes o cuando se equivocaba pronunciando en inglés. Llevaban conociéndose dos meses y ya sentía que quería seguir viéndolo cada día de su vida.

Ahora iba imaginando como un tonto cómo sería verlo al depertar, enfadado, triste, o muy feliz. Entendía que Seokjin no estaba listo, más de una vez le dijo que comenzó a gustarle pero nunca probó hacerlo seriamente. Quizá si le decía a Seokjin que en verdad le gustaba y quería salir con él, el rubio podría cambiar de opinión y darle una oportunidad. Después de todo habían pasado suficientes cosas y no podrían ser sólo sexo hasta que uno se aburriese, ¿no? Seokjin no parecía de ese tipo y él tampoco lo era.

Finalmente, entre pensamientos y pensamientos, llegó al Hope Coffee. Empujó la puerta, escuchando su agradable tintineo, el local estaba algo ocupado como cada día en hora pico pero le fue fácil encontrar a Jackson entre ellos, porque su amigo tenía algo que lo hacía resaltar entre muchos, tal vez por su carisma o las buenas vibras que daba o quizá sólo porque era muy apuesto y sus rasgos orientales eran más atrayente que los de cualquiera.

-¡Hey, Namjoon! -Le llamó Jackson, agitando la mano desde su lugar.

Namjoon se fue acercando deseando no haberlos echo esperar mucho al ver que el novio de Jackson ya se encontraba allí leyendo la carta del lugar. Se sentó frente a ellos y entonces el chico junto a su amigo dejó caer la carta, para sonreír.

Sonrisa que se congeló, pareciendo más bien una mueca extraña, al igual que Namjoon, Seokjin quería que la tierra lo tragase.

-Namjoon, él es mi novio Seokjin. Seokjin, él es mi mejor amigo Namjoon.

Jackson estaba tan animado que no se fijó en ningún momento en las sonrisas forzadas que compartían, siendo Namjoon el primero en borrarla cuando el rubio inclinó la cabeza hacia él.

-Es un gusto, Namjoon.

El peliazul se sentía confundido, quería que alguien, quien sea, pronto le dijera que era una broma y que Seokjin, el chico con el que se estuvo acostando, no era el mismo chico de quien Jackson le platicaba a medias porque simplemente estaba enamorado y demaciado perdido. Pagaban la misma renta, vivían en la misma casa, ¿cómo nunca lo pudo haber sabido? ¿Por qué jamás le pregunto a Jackson el nombre de su novio al menos? La respuesta era porque él también estaba muy enamorado de Seokjin.

Fotografías & Café | TaeKook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora