Parte 15 ☕

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Playlist del capitulo

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Al abrir los ojos Namjoon aún tenía a Jeongin a su lado. Volvió a cerrarlos y abrirlos otras dos veces, como si todavía creyera que es un sueño, parte de su imaginación. Pero él seguía allí. Se movió muy lento, ahora mirando hacia el techo como la máxima atracción, perdido en algún punto fijo. Jeongin había entrado de forma mágica e increíble en su vida, y ahora estaba allí en su cama. Leves perlas de lágrimas se formaron en sus ojos mientras pensaba y volvía a recordar la forma en la que habían hecho el amor. Todo se sentía como una primera vez, o tal vez porque así lo fuera, ¿de verdad estaba todo bien? ¿Tanta paz era buena señal? Odiaba tener que comparar pero verdaderamente funcionaba como un ancla que lo detenía de llamar a Seokjin y volver a sufrir.

Con Jeongin era un sentimiento cálido, suave, como si las mareas de su corazón estuvieran en calma; el sonido de las olas lo arrullaban hasta dormirse.

Con Seokjin... con él era un sentimiento desgarrador, como si le intentarán arrancar la carne de los huesos hasta hurgar en su corazón, con él habían olas, tempestad y el mar aumentaba hasta ahogarlo.

Sentía ganas de llorar.

-Namjoon.

Pero entonces sintió la mano de Jeongin buscarlo, hasta tocar su pecho y reposar allí su cabeza.

-Apenas te conozco, y ya siento que te quiero -le susurró.

Namjoon sonrió, tomándolo también.

-Te quiero.

¿Alguna vez con Seokjin hubiera podido decirle que lo quería y sentir calma?

Lamentablemente, tuvo que dejar la cama y a Jeongin antes de que sus padres volvieran y los encontrarán desnudos abrazados cuando había prometido cuidarlo y regresarlo a casa. Definitivamente, haberse acostado con él no estuvo planeado.

-Te llamaré mañana. Descansa, In.

-Tú también. Vuelve a casa y duerme mucho, Namjoon.

Namjoon sonrió conmovido y le besó la frente al despedirse.

Eran las dos am, las calles iban poco transitadas así que Namjoon decidió caminar apartir de allí, sin esperar que cuadras después su celular sonaría, con el ID de un número desconocido, que conocía perfectamente luego de pasar tantas horas en las noches pensando en si escríbirle o no. Kim Seokjin.

Apesar de que Namjoon prometió ya no verse involucrado algo en sus dedos picó fuerte, con gran cosquilleo, al atenderle y llevar el aparato a la altura de su oreja. Guardo silencio, oyendo la respiración profunda y calmada del otro lado de la línea.

-Oh, contestaste -dijo Jin, antes-. Kim Namjoon-ah, ¿qué haces despierto?

-Lo mismo podría preguntar, Seokjin. ¿Qué quieres ahora?

A Namjoon quizá pudo irsele la voz, el tono, o el motivo tras sus palabras que resbalan con pesar de su boca, y lo supo cuando entendió que aquella respiración tan profunda era porque Seokjin en realidad estaba controlando sus lágrimas.

-Seokjin.

-Sé que vas a colgar, pero antes, por favor, por favor, ¿podrías hablar conmigo?

Namjoon suspiró.

-Dime dónde estás.

Por supuesto, Namjoon no esperó menos que acabar en un bar donde encontraría a Seokjin bebiendo solo, como si fuera un condenado a morir. Se le revolvió el estómago al verlo allí y pensó incluso en huir para no tener que sentirse así y volver a la calma que Jeongin le daba; pero él lucía tan deprimente que en lugar de todo eso se acercó y le entregó un pañuelo.

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