Sol:
Esperé anciosa que se vayan mis papás.
Ya es sábado por la tarde, y ellos están a punto de irse, y por lo que tengo entendido, vuelven mañana a la noche. Con tal de que está noche no estén, yo feliz.
Me despedí actuando de lo más normal, y se fueron al fin.
Obviamente cerraron con llave, y me dijeron que si necesito algo se lo pida a Ezequiel, él es el chófer de mis papás, aunque solo lo llaman de vez en cuando. Y ahora que me tienen vigilada, se encarga de mis necesidades cuando ellos se van y me dejan encerrada. Esos son mis papás.
Pero los que ellos no saben es que yo tengo otra llave, y puedo salir cuándo me plazca. Gracias a Dios no me pusieron a alguien que me vigilé afuera. Piensan que se las saben todas, si supieran.
Me podría haber quedado con la opción de salir por mi balcón siempre, pero no es la idea cagarme hasta las patas cada vez que quiera salir. Igualmente tengo la llave de mi balcón escondida por las dudas.
Mande un mensaje a mi grupo de amigos, avisando que mis papás ya se habían ido.
Sofi y Shuli van a venir a pasar la tarde conmigo hasta que se haga de noche, y nos vamos a arreglar acá. Dani no viene ahora porque tiene unas cosas que hacer, pero igualmente viene más tarde.
En unos minutos sentí el timbre y fui a abrir la puerta. Hice pasar a mis amigas, y fui corriendo a poner la pava eléctrica para tomar unos mates.
—¿Y que se supone que pasaría si tus papás vuelven antes?—preguntó Sofi, mientras yo acomodaba todas las cosas para tomar mates en la mesa.
—No seas lechuza, Sofacha.—rodé los ojos.
—Igual tiene razón eh—intervinó Shuli, que se encontraba depilándose las cejas con un espejito chiquito—¿Que pasa si se enteran por alguna razón? Si te cambian de colegio yo me muero. No digo que esté mal eh, pero nunca te vi tan rebelde con tus papás Solcito.
Termine de preparar las cosas, y me senté yo también para empezar a cebar.
—Pasa que me cansé Shuli—expliqué—Ustedes más que nadie saben lo que es vivir acá. Ese día que se estuvieron peleando toda la noche, no se, exploté te juro. No aguanto más vivir así, y eso que tengo aguante eh, porque me la re aguanto, no es la primera vez que pasa algo así, pero siempre me quedé callada. Está vez me cansé, me tienen harta. Soy todo lo que quieren, nunca tuvieron que ir al colegio porque me porte mal, nunca tuve ningún problema en el colegio, más que una nota bajá, que igualmente me la re banco y la subo. No les causó ningún problema, no les reclamó que me dejan sola por días y que me tengo que hacer de comer yo misma. No, me la aguanto calladita la boca. Y aún así me tratan como el culo, no existo para ellos, se piensan que con darme con todos los gustos, hablando de lo material, ya es suficiente. Y no es así, ellos son una mierda conmigo, yo voy a ser igual.—mis amigas me miraban con atención, escuchando cada una de mis palabras. Y asintiendo, porque ellas y Dani más que nadie saben que todo lo que digo es verdad.
—Yo te re banco mi amor—dijo Sofi poniendo su mano encima de la mía, yo le sonreí con ternura—Los tres, siempre vamos a estar para apoyarte en todas, vos sos fuerte y podés con todo peti.
—Eso mismo, acá nos vas a tener siempre a nosotras, me parece perfecto lo que estás haciendo, y nosotras estamos con vos ¿sabes?—dijo Shuli dedicándome una sonrisa tranquilizadora.
