Sol.
—Shuli dale, después lo buscas.—la llamé desde la puerta de nuestro curso. Ella negó con la cabeza y siguió buscando alrededor de su banco.
La profe de tecnología, empezó un proyecto con nuestro curso, que se trata de hacer una huerta. Y aunque nos hayamos quejado casi todos, lo primero que tenemos que hacer es limpiar el patio. Cosa que me parece injusta, ya que todo el colegio ensucia el patio, y como somos los más grandes tenemos que limpiar nosotros.
Aunque en realidad, esto me facilita un poco las cosas. Ya que para hacer esto tenemos que mezclarnos con sexto B. Por lo tanto voy a poder hacer que mis amigos se conozcan con los de Mateo.
Ya pasaron los dos recreos, y en ninguno encontre la forma de presentarlos, supongo que está es mi oportunidad, ya que después de esta hora nos vamos.
Pero ahora, a mi hermosa amiga Shuli, se le perdió su anillo, y no va a moverse de acá hasta que no lo encuentre. Ya salieron todos y yo me quedé a hacerle la segunda.
—¡Acá está!—gritó emocionada haciendome asustar.
—Al fin mujer, vamos dale.—ella asintió y ambas salimos del curso rápidamente.
Caminamos hacia el patio del colegio, en dónde estában ya todos reunidos, con la profe. Con vergüenza nos acercamos, y digo con vergüenza porque todos nos miraban.
—Las estábamos esperando chicas—dijo la profe amablemente, por suerte no es forra—¿Empezamos?—preguntó y nosotras dos después de juntarnos con Dani y Sofi, asentimos.
—Bueno lo que vamos a hacer es sencillo, vamos a dejar el patio en condiciones, para que la clase que viene podamos buscar un lugarcito para realizar la huerta. Para esto quiero que se dividan en grupos, ya que el patio es grande, y solo tenemos una hora y media... Les voy a dar tiempo para que se agrupen y después les doy sus tareas a cada grupo.
Perfecto.
me acerque a Mateo.—¿Hacemos grupo?—le susurré para que solo el pudiera escucharme, igual sus amigos estaban en otra.
El asintió.
—¿Que onda Sol?—preguntó Valentín cuando me vio—¿Vas a hacer grupo con nosotros?
—Hola chicos—los saludé a todos con un beso en el cachete—Si, esa es la idea.—sonreí y me di vuelta para mirar a mis amigos.
Les hice una seña para que vinieran. Y ellos se acercaron lentamente.
—Bueno, ellos también van a hacer grupo con nosotros—dije y los amigos de Mateo asintieron—Ellos son mis amigos.—dije mirando a Mateo, el le sonrió a medias a mis wachos que se encontraban atrás mío, y juro que me emocioné cuando hizo eso.
Al ver que ninguno de los boludos de mis amigos se acercaba más, ni decían nada, decidí hablar yo.
—El es mi amigo, Dani el pelotudo—dije acercando a Dani hacia adelante, el río nervioso y choco los puños con todos.
—Ella es mi amiga, la gritona Shuli.—hice lo mismo con ella, la cual se acercó tímidamente y dejó un beso en el cachete de todos.
