Los elefantes son seres magníficos, imponentes y hermosos. Pero como cada ser del mundo sufren incesantemente.
Los matan, los utilizan como trasporte, entretención y mucho más... Y eso lo sabe muy bien Amelia; una elefante que sufrió toda su vida.
L...
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Me dolía el cuerpo entero, alguna de mis heridas seguían abiertas y me dolía respirar. Miré fuera de la jaula y podía ver la sangre como el hombre la había nombrado.
Quería salir, nunca me gustó este lugar, pero ahora era definitivo. No quería estar aquí ni en mis peores pesadillas.
— veo que estás despierta bestia, tienes suerte. Hoy te compran —el hombre de la comida entró al almacén y después de unos segundos entró el mismo hombre que hace algunas semanas me había visto y examinado.
— Pero que magnífica criatura, los niños lo amparan —Dijo feliz el hombre con sombrero grande.
— aquí es tan los papeles sobre su información; Sexo, meses de vida aproximados, peso, altura etc.
— Gracias, tengo el camión afuera. Si desea ahora le pago y me la llevaré en un parpadeo.
— Con gusto —Dijo el hombre de la comida con una sonrisa para después recibir del contrario un sobre blanco con algo dentro.
— Todo está ahí, ahora... Vámonos elefante —El hombre de la comida abrió la jaula y me colocó una liana café y áspera en el cuello para después jalar de ella indicado que tenía que salir de la jaula.
Al levantarme de la jaula todo mi cuerpo empezó a quemar, las heridas que lentamente se estaban cerrando se abrieron rápidamente junto al dolor de mis músculos por no haberlos usado en todos estos meses
Con fuerza los humanos me arrastraban fuera del almacén, mientras todo mi cuerpo ardía y mis heridas se abrían un poco más
— Vamos al camión, para poder llegar antes del anochecer. —El hombre del sombrero grande nos guio a llamado "Camión"
El exterior tenía imágenes de elefantes, humanos, leonés y otro tipo de leones color naranja con negro
Con fuerza los dos humanos me entraron al camión y al darme cuenta de que ya estaba dentro la única salida y entrada ya estaba cerrada.
Miré al alrededor y entré en pánico al ver que era casi idéntico al primer camión que me trajo a la jaula... ¿me volverán a meter en un almacén?
Me recosté en el suelo helado con una muy pequeña cantidad de pasto seco con dolor en todo mi cuerpo.
Con mi trompa me abracé tratando de darme calor mientras el camión se movía bruscamente haciéndome dar pequeños saltos.
¿Me volverán a encerrar?
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