Un Día Menos De Mi Vida

Te queda poco tiempo

Había pasado una semana desde que el supuesto veterinario había visto a Darzi. Su mirada había cambiado, su cuerpo se volvía más delgado porque ya no se preocupaban por el pero su amor hacia los animales del circo no había cambiado.

— Darzi, conseguí esto para ti —Dije extendiéndole un trozo de carne que encontré en el suministro de comida.

— Amelia, eres increíble —Dijo comiendo a duras penas la comida.

— Te pondrás mejor, te lo prometo —Dije posicionándome a su lado de forma protectora.

— No te preocupes por mí. Piensa en tu bienestar y escapa de aquí, después de todo a mí ya no me queda mucho tiempo.

— Si hablas de esa manera nunca mejoraras Quizás ya no quiero. Este lugar es un tormento para nosotros... Ya no quiero sufrir más —Dijo terminado su comida.

— No digas eso... Nosotros te ayudaremos y seremos la familia que siempre fuimos. Tú me ayudaste cuando era bebé ahora es mi turno.

— Eso fue hace mucho. Soy muy viejo y no puedo más.

— Darzi... —Murmuré con tristeza.

— ¿Quieres hacerme feliz?

— Claro, lo que tu pidas lo haré realidad —Dije decidida.

— Recuéstate a mi lado y durmamos juntos. Ese sería el mejor regalo de todos —Dijo cerrando los ojos.

— Como tú desees —Dije recostándome a su lado abrazándolo con mi trompa de manera protectora.

— Se feliz Amelia, se feliz y vive tu vida... —Dijo apoyándose en mi estomago durmiendo con la respiración entre cortada.

Tras tanto tiempo yo ya tenía claro que la libertad y correr por los prados era solo un sueño y un fugaz recuerdo de mi infancia; Nunca volvería a correr y decirme a mí misma que era libre. Que ya no tenía que tener miedo por los cazadores o por los humanos en general.

Ese sentimiento solo aparecía en mis sueños más positivos, la verdad ya no importaba lo que me sucediera; viví mi vida complaciendo los caprichos de los humanos quienes les importaba nada como yo me sentía; ninguno se preguntó si me dolía algo, si sufría en el circo, si tenía hambre o sed. No, lo único que les importaba era tener un buen rato mirándome hacer el ridículo. Durante mucho tiempo me pregunté si alguno de ellos se preguntaba eso, pero ninguno mostraba tristeza o lastima.

¿Son así todos? la respuesta a esa pregunta es un gran sí. Es su naturaleza; algunos no les gustan los depredadores porque matan animales para comer; pero ellos matan por diversión, ¡Diversión! y aunque seas vegano o vegetariano no cambia que seas un humano, siguen siendo bestias sin corazón que lloran por nuestra tortura, pero no hacen nada más que eso. Las lágrimas no nos salvará la vida bestia, las lágrimas solo te hace sentir bien a ti por un momento por haber sentido lastima por nosotros.

— Darzi... Darzi... —Lo moví un poco más fuerte con cada llamado que hacía. Levanté mi trompa viendo que por fin ya no estaba sufriendo, estaba libre de las manos asesinas de los humanos— Fue lindo conocerte Darzi —Dije abrazando el cuerpo fallecido de mi amigo y familia —Descansa en paz.

Datos de cómo cuidar animales en peligro de extinción:

- No cazar animales de Todo tipo (si está permitida su caza siempre háganlo con conciencia)

- Tomar medidas para evitar incendios forestales

- Evitar la cantaminacón de los recursos naturales

- Reciclar

- Respetar las Áreas protegidas y reservas naturales

- No comprar objetos producidas con piel animal

- hacer donaciones a zoológicos especies de protección animal y/o reservas naturales