Los elefantes son seres magníficos, imponentes y hermosos. Pero como cada ser del mundo sufren incesantemente.
Los matan, los utilizan como trasporte, entretención y mucho más... Y eso lo sabe muy bien Amelia; una elefante que sufrió toda su vida.
L...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El viaje duró menos de lo que esperaba, pero posiblemente lo pensaba así ya que estuve hablando con todos los animales durante la mayor parte del viaje.
El sonido de la gran puerta abrirse hizo que todo rastro de seño se disipara en el aire y se cambiara por miedo.
— ¡Moriremos! —Volvió a gritar el mono mientras se lo llevaban fuera del lugar
— ¡Tranquilos todos! recuerden que nadie morirá y que todos estaremos bien —Dije tratando de que estuvieran lo menos tensos posibles
— ¿Eso es verdad mami? —Preguntó la cría de la guacamaya.
— Así es mi amor. Nadie va a morir —Afirmó su madre.
Y así uno a uno nos sacaron del avión sintiendo casi al instante el sol quemando nuestros ojos poco acostumbrados a tanta luz por el tiempo en suma oscuridad.
— Cuanto odio los lunes —Se quejó un hombre
— Yo los amo. Este es el día cuando hay más animales; lo que se traduce a más dinero en mi bolcillo —Respondió una mujer con una sonrisa radiante en su rostro
— Si, tienes razón.
— Dejen de hablar y trasladen a estas bestias al mercado —Gruñó otro hombre haciendo que rápidamente se apresuraran a poner las jaulas en un camión increíblemente grande
Tan solo unos minutos tardaron en poner a todos los animales en el gran camión mientras que por mi lado me sacaron de mi jaula amarrándome con cadenas por doquier y subiéndome a otro camión.
El camino fue extraño, había muchos árboles, automóviles y el camino era de tierra.
— Disculpa, tengo que ver que traen en la maleta —Dijo un hombre con colores azules y blancos
— ¿Seguro señor? —Preguntó con una sonrisa entregándole una gran cantidad de dinero
— No es necesario ninguna revisión. Sigua con su camino —Respondió con una sonrisa contado la cantidad de dinero que recibió
Y sin dudarlo un segundo más seguimos nuestro camino hasta un gran lugar con un toldo parecido al del circo pero con la diferencia que tenía animales enjaulados por doquier y humanos mirándolos y comprándolos.
¿Qué infierno es este?
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
