Capítulo 9.

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Se acercaba la Navidad. Una mañana de mediados de diciembre Hogwarts se descubrió cubierto por dos metros de nieve. El lago estaba sólidamente congelado y los gemelos Weasley fueron castigados por hechizar varias bolas de nieve para que siguieran a Quirrell y lo golpearan en la parte de atrás de su turbante, por lo cuál ___ Snape también tuvo un llamado de atencion al haberle enseñado aquel hechizo al par de pelirrojos.

Las pocas lechuzas que habían podido llegar a través del cielo tormentoso para dejar el correo tuvieron que quedar al cuidado de Hagrid hasta recuperarse, antes de volar otra vez.

Todos estaban impacientes de que empezaran las vacaciones. Mientras que la sala común de Gryffindor y el Gran Comedor tenían las chimeneas encendidas, los pasillos, llenos de corrientes de aire, se habían vuelto helados, y un viento cruel golpeaba las ventanas de las aulas. Pero el salón de Severus Snape era particularmente frío todo el año.

— Tomen asiento y no quiero escuchar ni un solo suspiro el día de hoy. Aprenderán a crear una herbicida muy potente. No permitan que caiga una sola gota en los invernaderos, eso podría traer consecuencias graves.

__ asintió al igual que sus compañeros, los cuales se esforzaban por no hacer ni decir nada.

— Para la lección de hoy, lo primero que deben hacer es moler espinas de pez león con un mortero.— Snape observó a todo el salón que estaba completamente quieto.— ¿qué esperan? A trabajar.

La joven se concentró en lo que debía hacer, y aunque le surgían varias preguntas durante las clases de su padre, ella sabía que las respuestas tendría que buscarlas en la biblioteca.

— Agreguen los ingredientes como si pusieran semillas en la tierra, sólo...No toquen la tierra.

___ siguió las instrucciones que Snape dictaba al pie de la letra. La joven levantó la mano y Severus camino lentamente hasta ella, no le bastó preguntar para saber que su hija había terminado, levantó el progreso y luego lo devolvió a su lugar.

— Buen trabajo, Snape. ¿Que hay de ti, Weasley?— observó la poción del pelirrojo junto a su hija.— lo mismo.

La joven fruncio el entrecejo extrañada por la actitud de su padre, había felicitado a ambos jóvenes cuando normalmente (y como hizo con los demás alumnos) habría buscado el más mínimo error para no darles la opción  de decir que lo hicieron bien.

La clase dio fin tras el sonido de las campanas, ___ recogió sus cosas y tomo la mano que Percy le tendía. Apenas salieron la profesora McGonagall se paró frente a ellos con una gran sonrisa.

— oh chicos que bueno que los encuentro aquí. Necesito de su ayuda.

— Por supuesto.— hablo Percy rápidamente.— ¿en qué?

— Decorar el Gran Comedor para Navidad.

Percy y __ intercambiaron miradas para luego asentir y dirigirse al Gran Comedor junto a la profesora de Transformaciones. Allí se encontraba el profesor Flitwick abriendo todas las cajas llenas de cosas de Navidad.

— ¿No hay hechizos de magia para este tipo de ocasiones?

— Hay hechizos para todo, Snape, pero ¿no te parece lindo decorar este salón con tus propias manos?

— Es un gran salón, pero manos a la obra.

La joven se acercó a una de las cajas, Percy fue a otra, mientras los profesores seguían abriendo más y más cajas, el pelirrojo se decidió por armar uno de los 12 árboles de Navidad, mientras que __ comenzó a colgar decoraciones en las paredes.

— ¿Tus padres irán a Rumanía estas vacaciones?

— Si, Charlie los invito a pasar la Navidad.

— Así que los Weasley se quedarán.

Una sonrisa se formó en el rostro de __, que pronto se formó en Percy también.

— __, espero que no hagas travesuras con los gemelos durante las vacaciones.

— No me haga prometer cosas que no sé si pueda cumplir profesora McGonagall.— La mujer escondió una sonrisa la Navidad la ponía notablemente feliz.— Percy, ¿me ayudas a colgar esto?

El pelirrojo puso la última bola de ya el tercer árbol y ayudó a su novia con la guirnalda de muérdago.

— Hay una leyenda sobre el muérdago, se dice que si una mujer recibe un beso debajo de él en Nochebuena, podrá encontrar el amor que busca o conservará aquel que ya tiene para el resto de su vida. Si una pareja pasa por debajo de un muérdago, tendrán que besarse si quieren que la suerte les acompañe.

— Lo acabas de inventar, Percy.

— Claro que no, profesores, ustedes que son los más románticos de Hogwarts...

El profesor Flitwick interrumpió al pelirrojo con su estruendosa carcajada que contagio a la profesora McGonagall.

— Él tiene razón, joven Snape.

Percy se giró a mirar a __ con una sonrisa.

— Esta habitación está repleta de muérdago, ¿Me besaras por cada muérdago que haya?

— Tal vez.

El pelirrojo se acercó a los labios de la joven para depositar en ellos un beso largo y tranquilo. El joven se separó para empezar el cuarto árbol de Navidad, luego de que __ colgará todas las decoraciones, ayudó a Percy y a los profesores con los árboles restantes y las decoraciones de las mesas.

— 8 manos trabajan mejor que sólo 4, gracias por venir a ayudarnos.

— La pasamos muy bien, profesor Flitwick.

___ sonrió mientras miraba como había quedado el lugar luego de varias horas de decoración, Percy pasó los brazos por los hombros de su novia y depósito un beso en la mejilla de esta, dado la hora, revisaron los pasillos del castillo que les correspondía, agotados, fueron a sus respectivas habitaciones a reponer las energías para su siguiente día en Hogwarts.



......

Falta más de un mes para Navidad y yo ya decore mi casa, escribí un capítulo navideño y se los estoy dando como regalo hiper adelantado :D JAJAJAJA, pero que va, disculpen la tardanza mis amores 💛💚💙❤

Prefecto Perfecto.- Percy Weasley y Tú.Where stories live. Discover now