Prefecto Perfecto.- Percy Weasley y Tú.

Capitulo 30.

Luego de haber visitado tumbas, brujos y todo tipo de turismo en Egipto el mes se terminó, la familia Weasley estaba por subirse al auto y marcharse pero aún faltaba despedirse de los hijos mayores de Molly y Arthur.

—Tienes razón, te juzgue mal— Bill le tendió la mano a la joven Snape, ella sonrió y contesto a la despedida—. Incluso me agradas.

—Ojalá pudiera decir lo mismo de ti, Bill—ambos sonrieron—. Hasta una próxima vez.

Bill se separó dando suaves golpes en el hombro de ella, y se fue a despedir de Percy, Charlie apareció revolviendo su cabello porque su madre había tratado de peinarlo.

—Esta obsesionada, estoy seguro que me habría cortado el pelo mientras dormía si se le hubiese ocurrido.

—Me gusta tu nuevo estilo, te queda bien.

—Lo sé— Charlie sonrió y se cruzó de brazos—. ¿Estarás bien?

—Te escribiré si te necesito.

—Jamás lo haces— canturreo Charlie moviendo su torso levemente.

—Jamás he necesitado a un hombre.

Charlie sonrió y paso su lengua por su labio inferior.

—Entonces solo escríbeme, ya vete.

Ambos jóvenes se abrazaron en despedida y así, los Weasley continuaron el viaje de vuelta a casa junto a __, todos iban compartiendo sus experiencias y sus ganas de regresar a visitar al mayor de los hijos Weasley.

—Iremos directamente a comprar sus útiles para este año.

—Ay, por favor mamá, déjanos disfrutar el regreso de nuestras vacaciones— dijo George lanzando la cabeza hacia atrás con fingido cansancio.

—Luego no habrá tiempo.

Nadie siguió discutiendo, la palabra de Molly era una ley irreversible, Percy apoyo su cabeza en el hombro de su novia tratando de dormir.

—¡Llegamos!

Dijo Arthur al paso de las horas, todos bajaron estirando sus cuerpos, el sol brillaba fuertemente y los ojos de la joven Snape se fijaron rápidamente en la Heladería Florean Fortescue.

—¿Alguien quiere un helado?— pregunto y los gemelos levantaron las manos, Molly se quejo con ellos—, no es problema, realmente quiero uno.

—¿Puedo pedir uno?— pregunto Ginny.

—Claro— conteste antes de que Molly respondiera por ella, hice un señalamiento con la cabeza mientras caminaba hacia la heladería, miré hacía atrás, venían los gemelos con Ginny, y Percy miraba a lo lejos—, ¿No vienes?

—¡Los alcanzó luego!— contesto el pelirrojo con una sonrisa.

Ella asintió y siguió su camino, los cuatro jóvenes pidieron los helados y __ pagó.

—Esto está demasiado bueno. ¿Hace cuánto no comíamos un helado, Fred?

—No lo sé, pero te lo agradezco __.

—No es nada.

La joven sonrió antes de separarse para ir a comprar las cosas de su lista, su último año, ella nunca creyó que llevaría tan lejos aunque con su currículum familiar, todos esperaban que fuera una gran hechicera.

—¿Ya tienes todo?— pregunto Percy jadeando a su lado.

—Si, eso creo...¿Corriste para alcanzarme?— él asintió—, ¿Cómo van tus compras?

—Lo tengo todo, también tengo un regalo para ti...solo que George me lo quito y ahora tengo miedo de que no me lo devuelvan.

La joven soltó una pequeña risa y vio a Fred andar demasiado rápido en una escoba.