El Destino Del Olimpo (Yoonmin/Namjin/KookTae)

Grandezas

El Olimpo había cambiado mucho desde que Namjoon tomo el poder, lo primero que tuvo que hacer al llegar fue un recuento de los daños, de las vidas que se habían perdido y de la sentencia a aquellos que habían ido en contra de las leyes divinas, ya que Eris había muerto, sus cómplices cumplirían condenas de siglos en el tártaro, atrajeron los males soltados al mundo para encerrarlos en la caja, Pandora y sus dos hijas, Lie y Hope, fueron condenadas, al igual que Eros, Psique, Dionisio, Hestia y por último, su madre, Hera, había mirado su rostro mientras ayudado de los otros dioses se habían dictados las sentencias, no quería creer que ella podía hacerle daño, antes de que partiera hablaron.

-Jamás fue mi intención hacerte daño-dijo con un susurró-. Mi prioridad siempre fuste tú, de haber ganado él, quería tener la certeza de que tú y Ava estuvieran a salvo-le molestó que Jin no haya sido nombrado, pero por ese momento lo dejó de lado-. Cuando cumpla mi condena ¿Podrás volver a amarme como tu madre?

-No dejaré de amarte mamá-dijo con la mandíbula apretada-. Esperaré tu regreso.

Después de aquella despedida había comenzado un nuevo capítulo en sus vidas, los decesos fueron muy significativos, cuando le dijo a Jimin y a Artemiza que podían revivir a Apolo ya que su cuerpo estaba intacto, se negaron, ambos sabían que este no hubiera querido aquello, así que declaró que Jimin se haría cargo de las tareas de Apolo, con el fin de mantener el orden, Yugyeom, relató lo que había hecho Ares, no lo juzgaron por tomar venganza por su propia mano, porque necesitaban un dios que controlara el ejército de Ares y el Olimpo, este terminó volviéndose el dios de la guerra. Puesto que Nix era una diosa primera, su poder quedó en el universo, ella estaba vivía en espíritu, sólo tenía la capacidad de hacer su labor, nadie podía verla o hablar con ella, estaba muera, pero su poder prevalecía, en la noche y la oscuridad.

Fue difícil convencer a los dioses más poderosos de que él era el líder, sin el apoyo de Ananké y Chronos quienes dijeron que sólo le ayudarían a él, no hubiese sido posible, ahora estos formaban parte del consejo de dioses. No quería ser un dios imponente, alguien que cumpliera una especie de monarquía estólida, quería la tranquilidad que no tenían en años. Formo un consejo donde realmente se deliberaba con igualdad y respeto, este estaba conformado por Jin, Poseidon, Afrodita, Atenea, Hefesto, Hades, Persefone, Hermes, Yoongi, Hoseok, Jungkook, Taehyung, Yugyeom, Jimin, Artemiza, Ananké y Chronos, estos últimos dos, sólo aparecían cuando querían o era importante.

-¿Por qué estás tan serio? -preguntó Jin con una ceja alzada tras su silencio-. La reunión salió bien, puedo decir que ellos han comenzado a confiar ¿Qué te aflige?

-Jamás pensé que diría esto-dijo acercándose a él quien estaba en la cama sentado, subió a esta y se acostó, con la cabeza en su regazo-. Pero tal vez, extraño un poco la vida mundana.

Jin rio llevando sus manos al rostro ajeno, el cual acaricio ligeramente. -La idea de ser mundano no me gustaba nada, tan sólo pensar en envejecer me da ansiedad-negó-. Pero, supongo que sé a qué te refieres.

-¿Crees que lo estoy haciendo bien? -preguntó con una nota de inseguridad.

-Lo haces-respondió jugando con los mechones de su cabello-. Ves por el bien de los demás antes que el tuyo, eso es lo que hace un buen líder.

-¿Y si el poder me corrompe? ¿Y si al final me vuelvo como mi padre? -la preocupación estaba marcada en la arruga de su frente.

-Entonces estaré ahí para encajarte una lanza en el trasero-bufó delineando con s pulgar sus labios-. Tú corazón es demasiado bondadoso, incluso en estos momentos te preocupas, por algo que no pasará, no tengas miedo, aquí estamos todos para guiarte ¿Crees que Jimin dejará que seas un tirano? ¿Lo viste hoy? Pensé que se le lanzaría encima a Atenea.