Capítulo 13: Magia Dragon Slayer

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Narra Kai

Abrí mis ojos lentamente, los rayos del sol en verdad son un poco molestos, me senté en la cama, me rasque la parte trasera de la cabeza y fui a darme un baño.

Una vez en la tina me sumergí hasta los hombros, para luego soltar un largo suspiro, mire al techo blanco del baño, y me puse a pensar de todo lo que ha ocurrido en todo este tiempo.

Kai: Ya casi son dos años. Dije a la nada.

La verdad es que desde que llegue al reino de Dragnof ya han pasado un año y nueve meses. Y durante ese tiempo mi relación con Irene, digamos que somos pareja pero no oficialmente, solo un grupo muy reducido, formados por cinco dragones, un ex general y un caballero de élite, saben de los sentimientos que tenemos el uno por el otro.

También las batallas contra los dragones enemigos fueron muchas, siempre mantuve la misma estrategia, humanos en el reino con algunos dragones, y el resto ataca a la distancia mientras yo voy de frente.

Irene siempre se quejaba y buscaba alguna forma de persuadirme, de varias maneras, pero la respuesta siempre fue la misma, siempre tuve que repetirle que un humano no puede contra un dragón.

Tuve que inventarme una historia para poder explicar él porque yo sí puedo combatir, sin revelar mi identidad, aún no estoy preparado para eso.

Y hablando de combatir, creo que llevo un record en bajas, tal vez no sea algo de que alegrarse, pero diría que soy el dragón que a más de los suyos ha eliminado, aunque los habitantes del reino no saben ese secreto de mí.

Así en el reino y parte del continente se me apodo como general Kai, El Imbatible.

Ya luego de varios minutos salí de la tina, me seque y baje a desayunar, cuando estuve a punto de comer, Dan toco la puerta, como los sé, pues sentidos de dragón.

Me acerque a la puerta y la abrí, para ver a dan con una sonrisa y un pergamino en su mano derecha.

Dan: Buen día, Kai-sama. Dijo con una pequeña reverencia.

Kai: Hola Dan, pasa. Dije dejándolo pasar.

Una vez dentro de la casa Dan se sentó junto a la mesa.

Kai: ¿Quieres desayunar?

Dan: Si, gracias. Dijo con estrellas en los ojos.

Yo fue por unos pastelillos a la cocina, para luego dárselos.

Dan: Esto es para usted. Dijo entregándome el pergamino.

Lo tome y lo abrí, y al leerlo sonreí, el pergamino es una carta del pueblo, mi hogar. Una vez al mes desde hace un año, les he mandado cartas y ellos a mí, no puedo volver, cuando termine la guerra volveré y me gustaría presentarle a Irene.

Pero cambie mi sonrisa por un semblante serio y mire a Dan, quien también cambio su mirada a una seria.

Kai: ¿Hay información sobre Irene?

Dan: No, lamento no traerle la información que necesita. Dijo un poco decaído.

Kai: No te preocupes, solo resta esperar. Dije suspirando.

Hace cuatro meses Irene y Belserion se fueron de Dragnof sin decir nada, yo no fui en su búsqueda gracias a que una de las criadas del castillo me dio una nota que Irene dejo en su habitación, la cual estaba destinada a mí.

La nota decía que se marchó junto a Belserion y que no me preocupara que era por una buena razón, es muy fácil decir que uno no se preocupe, cuando en realidad es esa frase la que activa la preocupación.

Rencarnando en Fairy Tail como DragónWhere stories live. Discover now