Imaginen que pasaría si un joven de 20 años, muere protegiendo a su hermana menor de un accidente, y debido a su sacrificio, Dios le da la oportunidad de vivir una nueva vida en un mundo donde la magia existe.
PD: No soy dueño de Fairy Tail. Los der...
Podemos ver a los miembros del gremio hablar con naturalidad y algunos otros beber con tranquilidad, en una de las mesas se encuentran Bisca, Alzack, Macao y Wakaba, los cuatros estaban hablando con tranquilidad, hasta que el padre de Romeo levantó la mano pidiendo otra bebida, logrando que su compañeros de mesa suspiren.
Macao: Oye Allen ¿puedes darme otra cerveza? –dijo con una sonrisa, mientras pide otro trago-
Allen: Si... ahora se la llevo –dijo con una sonrisa, mientras se dispone a llenar un gran vaso con alcohol y llevarlo a la mesa-
El niño albino cambio desde la última vez gracias a Kai, no solo en vestimenta, gracias a que ahora viste unos zapatos negros, pantalones de vestir negros, una camisa mangas largas que queda camuflada bajo un suéter oscuro con un moño rojo que decora su cuello. Sino que ahora el joven encontró ese lugar a que él puede llamarlo hogar, con una familia que lo resguarda y acompaña y un gran maestro que lo ayuda con el tema de controlar su peculiar magia, además de saber el mayor secreto de nuestro querido protagonista.
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Allen llegó a la mesa y le entregó su bebida a Macao, para luego soltar una gran sonrisa sincera y regresar a trabajar en la barra. La vaquera peli verde miró al niño con una sonrisa al igual que los demás que se encontraban en la mesa.
Bisca: En verdad ese niño se esfuerza demasiado.... –dijo con una sonrisa mientras ve al niño trabajando en la barra-
Wakaba: Tienes razón... me hace recordar a los viejos tiempos... ¿no lo crees Macao? –preguntó a su mejor amigo, mientras este sigue fumando-
Macao: Si... es como si fueran los viejos tiempos... pero Allen solo tiene un año el gremio... maldición para mí es como si estuviera desde el inicio –dijo sonriendo, para luego darle un largo sorbo a su bebida-
Alzack: No eres el único... todos creen lo mismo... Allen es un gran muchacho... -agregó a lo dicho por el padre de Romeo, mientras los cuatro ven a el niño albino ayudar a Laki con su trabajo en la barra, algo que alegró a todos-
La oficina del maestro del gremio se abrió, dejando ver a nuestro querido dragón de la desesperación con una pequeña sonrisa, ya que mientras estaba realizando todo el papeleo del día estuvo escuchando todo lo que decían los miembros restantes del gremio, sobre su nueva adquisición y nuevo discípulo. El padre de Titania se dirigió a la barra en silencio, pero el pequeño Allen se percató de la presencia de su maestro, quien se sentó en un taburete junto a la barra.
Allen: Aquí tiene Shisho... descanse –mencionó con una gran sonrisa, mientras le da a su maestro algo para beber, aunque a este no le afecte el alcohol-
Kai: Gracias Allen... pero que actúes de esta manera no hará que olvide que tenemos entrenamiento –dijo con una pequeña sonrisa, logrando que el niño albino se tense y se ponga más pálido de lo normal-
