Seras Mio

11

Kakashi

Mi pene está en la entrada de Naruto, y no puedo esperar más. Quiero entrar cuanto antes, pero él está tenso por la presencia de Gaara y sé que si se la meto ahorita, le dolerá demasiado.

—Naru, si no te relajas dolerá —susurro en su oído.

—No quiero que duela.

—Lo haré lento, pero debes relajarte.

Naruto asiente y yo sonrió.

—Naruto hablo en serio, voy a entrar —El imbécil de Gaara sigue hablando por detrás de la puerta.

Naruto me mira con miedo. Su cara es adorable.

—Sensei, será mejor que nos detengamos.

—No. Solo debo desaserme de ese idiota. ¿No?

—Gaara no se irá.

—Kazekage-sama, si no se larga de la puerta de mi habitación tomaré represalias —grito antes de pellizcar los pezones de Naruto.

—Esta es mi torre. No puedes tomar represalias Kakashi.

—Tú sabes el puesto que ocuparé pronto. ¿De verdad quieres enemistarte conmigo?

Escucho como Gaara suspira con enojo y se retira. Volteó a ver a Naruto y él me mira con confusión.

—¿Qué está por encima de Jounin? —pregunta Naruto.

—Hablamos luego, terminemos de una vez. Ya debemos regresar a Konoha.

Naruto desvía la mirada y asiente, meto mi pene con una lentitud casi tortuante, pero necesaria al ser la primera vez de Naruto.

—Duele...

Tomo su pene y lo masturbo un poco para distraerlo.

—Aguanta, pronto te haré sentir bien.

El interior de Naruto es tan estrecho como delicioso, siento como succiona mi pene como si quisiera déjame seco. Su cuerpo es extremadamente erótico y él ni siquiera es consciente de ello.

Naruto comienza a mover sus caderas indicándome que ya puedo moverme. Empiezo a embestirlo con suavidad y él se tapa la boca para que sus gemidos no salgan. Esto me molesta, quiero escucharlo.

Lo embisto con más fuerza encontrando su punto y él ya no puede contener más sus gemidos.

—Asi que es aquí donde te gusta.

—Más rápido.

Me sorprende verlo así, pero no me molesta. Al contrario, me pone.

—Como órdenes.

Saco mi pene por completo para después meterlo con fuerza en dirección a su punto. Comienzo a lamer su pecho y a pellizcar su trasero tanto como es posible.

Naruto comienzo a gemir aún más y toma su pene para comenzar a masturbarse. Pero yo le apartó la mano y lo masturbo con la mía. Por ahora, quiero que él sepa que yo lo puedo complacer por completo.

—Me vendré —susurra Naruto.

—Yo igual —contesto antes de intentar salirme de él. No lo quiero obligar a nada, pero él me sorprende  impidiendomelo.

—Dentro Kakashi, lo quiero dentro.

Sonrió y aumento la velocidad de mis embestidas y la de mi mano. Naruto se viene entre nuestros abdomenes y yo lo hago en su interior. Mi semen llena por completo a Naruto y él intenta safarse, pero yo me recuesto en la cama y lo tomo de la cadera para obligarlo a quedar encima mío con mi pene todavía dentro suyo.