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Gaara

—No lo sé.

—Vamos Naru, tú mismo dijiste que necesitas atención, déjame ayudarte.

Naruto parece pensárselo un poco, pero finalmente asiente y yo no puedo hacer más que sentirme satisfecho.

—Te aseguró que esto te va a gustar —susurro antes de besarlo mientras tomo la orilla de sus pantalones.

De un solo tirón bajo sus boxers y sus pantalones, la erección de Naruto sale disparada inmediatamente.

Saco mi pene y lo pegó al suyo.

—Rapido —pide Naruto.

—Rapido ¿Qué?

—Rapido.

—Naru si no dices lo que quieres yo no entiendo.

—Tocame rápido —contesta casi suplicando, pero yo aún quiero divertirme un poco más.

—¿Donde quieres que te toque Naru? Se claro por favor.

Naruto desvía la vista, tengo su erección en mis manos y puedo sentir como solo con mis palabras se ha puesto aún más duro de lo que ya estaba.

—Tocame rápido el pene.

—Como órdenes.

Comienzo a frotar nuestras erecciónes en un rápido vaivén, Naruto no deja de gemir y eso es música para mis oídos. Se nota que lo está disfrutando.

Aprovecho que Naruto está cegado por el placer y la venda y comienzo a marcar su cuerpo con mordidas y chupetones, él imbecil que le hizo el chupetón que vi debe de saber que Naruto no es suyo.

—Gaara, me voy a venir.

—Hagamoslo juntos —susurro antes de acelerar aún más el ritmo de mi mano.

Escucho pasos y después golpes en la puerta. Naruto no deja de gemir y el orgasmo de ambos está cerca, lo beso una vez más para evitar que quien haya venido nos escuche.

—Kazekage-sama, la cena está lista. Todos los invitados lo esperan en el comedor, solo faltan usted y Naruto.

En cuanto el guardia que ha venido a avisarnos termina de hablar, ambos no corremos manchando nuestros abdomenes.

Puedo decir que este es uno de los mejores orgasmos que he tenido. El semen de Naruto mezclado con el mío es algo único y exitante. ¿Qué se sentirá correrse dentro de él? La sola idea me hace ponerme duro de nuevo.

Le quito la venda a Naruto y coloco un dedo sobre mis labios para indicarle que guarde silencio.

Comienzo a masajear sus testículos y con mi boca lamo sus pezones. Naruto se nota preocupado, el ninja que está en la puerta no se ha marchado; pero aún así Naruto no me detiene, solo muerdes sus labios intentando reprimir sus gemidos.

—Kazekage-sama, ¿Está bien? ¿Debería entrar?

Naruto me mira, se ve preocupado y aunque a mí me ponga el que alguien nos pueda descubrir, sé que a él quizás no. Necesito desaserme del ninja para que Naruto pueda disfrutar por completo de este encuentro.

—Kasekage-sama voy a entrar.

—No entres, me estoy cambiando de ropa. Naruto y yo iremos pronto a cenar, dile a los demás que pueden comenzar —digo lo más calmado que puedo para evitar sonar sospechoso.

—Como ordene.

Escucho los pasos del ninja alejándose. Naruto está aún sentado en mi regazo con el pene erecto y sé que quiere que siga, pero no sabe cómo pedírmelo.

Seras MioDove le storie prendono vita. Scoprilo ora