Seras Mio

27

Naruto

Respiro profundo, sé que hoy es el día, y aunque estoy seguro de querer hacerlo, los nervios me invaden. Hoy me vengare de Gaara.

—¿Estás bien? —susurra Kakashi en mi oído mientras me acaricia levemente los hombros—. Sabes que si quieres nos podemos ir.

—Estoy bien, entremos de una vez.

Kakashi me mira una última vez, pero como tiene tapado el ojo donde posee el sharingan, estoy seguro de que la máscara de ambu que tengo puesta le impide ver mis expresiones.

Empezamos a caminar lentamente, Kakashi asumió el cargo de Hokage hace unos meses. Aún recuerdo ese día, todos los kages fueron invitados, así que Kakashi tuvo que controlarse mucho cuando vio entrar a Gaara.

El día de su nombramiento yo evite lo más que pude a Gaara, aún no quería verlo. Pero sabía que si me lo topaba de frente no podría evadirlo, por eso no me despegue de Kakashi ni un solo momento. Pero hoy será diferente. Hoy haré sufrir a Gaara.

La puerta de la oficina del Kazekage se muestra ante nosotros, Kakashi trae puesto su traje de hokague y yo veo muy tentadora la idea de meterme entre su capa y no salir nunca. Pero no lo haré, debo acabar con esto.

—De verdad puedo traer a otro Anbu, no es necesario que seas tú.

—Cuando tu reunión termine, él intentará quedarse a solas conmigo, déjalo. Ahí comenzará nuestro plan.

—No quiero dejarte a solas con él —me susurra Kakashi como un niño pequeño que intenta convencer a sus papás de algo.

—Confia en mi Kakashi, te prometo que todo estará bien.

Kakashi me sonríe un poco por debajo de su mascara y mira a los lados, al confirmar que estamos solos se la baja y me sube la mía para comenzar un pequeño beso en el cual me transmite toda su confianza. Antes de separar nuestros labios me aprieta levemente el trasero y me sonríe pícaro mientras se sube su mascara.

Un pequeño sonrojo llena mi cara, lo hemos hecho muchas veces, pero este tipo de actos siguen dándome vergüenza.

—Entremos —digo colocandome la mascara correctamente.

Kakashi asiente y toca con el dorso de su mano la puerta.

—Pasen —se escucha desde detrás.

Kakashi abre la puerta y entra, yo lo sigo muy de cerca. En cuanto entramos, veo a Gaara. Él tiene su traje de Kazekage y está detrás de su escritorio.

Kakashi se sienta en la silla frente al escritorio y yo me mantengo parado a su lado. Gaara me mira de arriba a abajo, aún con la máscara estoy seguro de que me ha reconocido.

Nunca me había sentido tan incómodo, creo que deberé decirle a Kakashi que la ropa de Anbu debe de ser más holgada.

Kakashi carraspea para llamar la atención de Gaara y lo consigue.

—Hoy nos hemos reunido para actualizar los acuerdos entre Konoha y Suna —Gaara habla mientras le extiende algunos papeles a Kakashi —. Esto es lo que mi idea quiere, ¿Que quiere la suya?

—La aldea de la hoja no quiere nada en particular, pero no siente que este ganando nada al mantener los acuerdos con la aldea de la arena. Honestamente, yo como Hokage estoy pensando en modificarla severamente.

—Nuestras aldeas siempre han sido hermanas. No entiendo porque quieren actuar de esta manera.

—Kazekage, Konoha no quiere una guerra con Suna. Pero no vemos el porque debemos de seguir dándoles todo lo que ustedes no producen. Pienselo, sus tierras son áridas y casi nada crece, ¿Que tiene la aldea de la arena para ofrecerle a los habitantes de Konoha?