1 - COMPLETO DESCONOCIDO

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Un androide solitario vagaba por las heladas calles del centro de Detroit. Ese día era particularmente frío y nevado, por lo que las siluetas de sus zapatos quedaban estampadas en la acera.

A pesar de no ser muy tarde, las tiendas y los locales que adornaban los bulevares estaban casi en su totalidad cerrados. A nadie le gusta trabajar en invierno y menos un día con nieve. Esto último se aplicaba especialmente a los humanos, que al caer el sol por la tarde, corrían desesperados a sus hogares para refugiarse de las bajas temperaturas.

"Los humanos no están hechos para trabajar en estas condiciones climáticas" pensaba el androide mientras continuaba su ruta.

Dicho androide se trataba ni más ni menos que de RK900, mejor apodado como Nines. Este no se hallaba de compras o dando un ligero paseo sino que se dirigía a una de las centrales de CyberLife.

Al igual que todos los meses, Nines debía acudir a CyberLife como parte de su chequeo diario. Al pertenecer a la agencia de policía de la ciudad, muchas veces debía sobrellevar misiones arriesgadas que implicaban el daño de sus sistemas. Nines se enfrentaba a todo tipo de situaciones: perseguir a los sospechosos, impedir que humanos muriesen, investigar homicidios y muchas otras tareas donde por lo general salía dañado. En realidad, era normal que se lastimara y perdiera thirium o que incluso lo hirieran con un arma.

Si bien su piel sintética se regeneraba rápidamente y él mismo escaneaba su propio sistema para hallar cualquier fallo, debía concurrir obligatoriamente al técnico para estar en óptimas condiciones.

Nines continuaba su caminata mientras contemplaba como los copos de nieve resplandecían a través de las luces de los comercios.

Vio pasar a una pareja de androide-humano y en lo único que pudo pensar es en Gavin. Si el detective estuviera a su lado en esos precisos momentos seguro estaría quejándose del frío o de cualquier otra cosa.

En realidad, a pesar de que Gavin odiaba el frío, se había ofrecido a acompañarlo en su viaje a CyberLife. RK insistió en que se quedara ante el riesgo de resfriarse y enfermarse.

Últimamente Gavin y Nines pasaban demasiado tiempo en compañía, trabajaban juntos y vivían bajo el mismo techo. Al año de ser compañeros, el humano le había ofrecido su hogar al androide para que no pasara más las noches en la comisaría. Obviamente al convivir prácticamente como una pareja casada, su relación mejoro notablemente. Tanto incluso que Nines ya extrañaba al detective cuando este no lo seguía a algún sitio. Se sentía afortunado por tenerlo a su lado y nunca se arrepentiría de haberlo besado por primera vez tiempo atrás. Nines se había convertido en divergente gracias a Gavin. Gracias al humano pudo conocer lo que realmente significaba estar vivo. El mundo es muy diferente cuando alguien hace palpitar tu corazón y te da motivos para despertarte cada día.

Las mejillas de Nines se tornaron celestes cielo al rememorar esos momentos. Él no había experimentado el amor antes y era todo un novato en las relaciones de pareja, pero sin duda había aprendido mucho junto a Gavin. Había aprendido que el amor en realidad es algo maravilloso, que remueve hasta la más pequeña de las tuercas. Amaba estar junto a Gavin pero tenía mucho miedo de perderlo durante alguna de las misiones. Nines estaba consciente de que el cuerpo humano es débil y frágil y que cualquier bala podría causar un inmenso daño. Gavin no era un niño, podía protegerse solo, lo había hecho por muchos años antes de la llegada de RK. Pero a Nines no le importaba eso, se pararía frente a cualquier arma con tal de que Gavin estuviese a salvo. Su vida valía mucho para el androide.

Parte de esa preocupación le hizo recapacitar sobre su estado y rendimiento corporal. Ante un ataque de cualquier tipo, el chasis de Nines debía estar en excelentes condiciones. Sin fisuras ni cables sueltos. Descuidar su cuerpo androide o su software podría ponerlo en peligro a él y al detective, a la vez que fallar en las misiones de la comisaría. Nines era perfeccionista y enfocado, no se arriesgaría a poner todo lo que le importaba en juego solamente por no querer asistir a sus chequeos rutinarios. Y justamente a eso se dirigía en ese preciso momento.

EN MIS ENTRAÑAS | REED900Donde viven las historias. Descúbrelo ahora