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Kim Minji amaba su trabajo. Ella realmente lo hacía. Amaba su oficina, a sus compañeros y todo lo relacionado a ello.

Bueno, todo menos una cosa.

La playa, el sol, el océano, todo eso se encontraba tan cerca, pero a la vez tan lejos. Desde su posición podía ver a dos de sus compañeras jugando voleibol. Sua y Siyeon, dos de sus nuevas pasantes la saludaron con la mano, ella sonriendo les devolvió el saludo.
¿Quién desearía trabajar en un día como ese? Lamentablemente eran las cartas que le habían tocado y debía jugar con ellas.

Con tristeza miró su ordenador, abriendo un nuevo documento. La cena de esta noche se llevaría a cabo con el único propósito de sorprender a sus futuros inversionistas, para lograr convencerlos de unirse a ellos. Ella debía dar un pequeño discurso para comenzar y no podía fallar, sus superiores confiaban en sus habilidades.

De ahí el por qué se encontraba atrapada bajo una sombrilla junto a un vaso de agua y una computadora, mientras sus amigos se divertían. 

— Buenas tardes, tengo una pregunta. ¿Acaso te dolió cuando caíste del cielo?

Minji dejó escapar un suspiro audible. Miró por encima del hombro, para encontrar a una chica en traje de baño, con músculos bien formados y, asumió por su tonta sonrisa y su estúpida pregunta, sin cerebro.  Aquella chica se acercó un poco más, para luego tomar asiento junto a ella, aún sonriendo. Cerca de ella, pudo escuchar otras voces femeninas riéndose entre dientes. 

—¿Me escuchaste?— Preguntó acercándose un poco más. Minji la miró.

—¿Puedes irte, por favor?— Preguntó, su tono de voz era como el acero. La chica río.

—Aww vamos, ¿No quieres divertirte un rato? Parece que todo lo que sabes hacer es escribir en ese teclado— Dijo haciendo el movimiento con los dedos, acariciando el aire. Le tomó todo el autocontrol que tenía para no golpearse la frente con la palma de la mano. Minji soltó un gemido de disgusto.

—Tengo trabajo que hacer. Por favor, vete.

La chica se echó hacia atrás.—¿Ni siquiera quieres mi nombre? ¿Número?

—Sé lo suficiente, como para saber que no quiero verte nunca más cerca de mí. 

Las risas de sus amigas eran cada vez más fuertes y la sonrisa en su rostro empezaba a sacarla de quicio. Minji mantuvo un ojo en ella mientras volvía a su trabajo, pero se echó hacia atrás cuando su computadora de repente se cerró, casi aplastando sus manos.

—¡Oye! ¿Cuál es tu problema?

Excelente. Mas le vale que mi archivo se haya autoguardado.

—Lo único que quiero hacer es trabajar. Tú...— Señaló a la que no la dejaría en paz— Vete y mantente alejada de mí, o llamaré a la policía. Tú-

Sus palabras murieron en cuanto levantó por completo la vista. 

Su cabello, oscurecido por el agua de mar en la que claramente estaba empapado, estaba un poco enmarañado, su flequillo se pegaba ligeramente a su frente con gotas cayendo por ella. Sus ojos cafés estaban llenos de preocupación mientras la miraban y podría haber jurado que brillaban. Su perfecta mandíbula en forma de v, estaba debajo de una suave y linda nariz. Vio la tabla de surf debajo de su brazo y tuvo que retener una risita extraña.

Está bien. Era hermosa. Pero aún así seguía interrumpiendo en su trabajo. 

Respiró hondo y continuó. —Muy bien, haz lo que sea que viniste a hacer.

Ella sonrió y miró a una de sus amigas, que la miraba con una sonrisa —Estoy segura de que puedes manejar tu trabajo perfectamente, pero pensé que podría ofrecerte algo de apoyo. Ya sabes, por si acaso. 

Minji sabía que había un rubor creciendo por sus mejillas, pero lo atribuyó al sol y no a la hermosa sonrisa frente a ella.

—Estoy bien— Minji tomó su computadora y la colocó de forma segura bajo su brazo. La chica que la había molestado se alejó para unirse a sus amigas, que no paraban de reír. Las vio irse, respiró hondo de nuevo y se giró para entrar, pero la puerta ya estaba abierta. La surfista la había abierto para ella.

—Gracias— Dijo, dándole la mirada más neutral que pudo.

—No hay problema— Respondió con aquella manita sonrisa.

—Tienes basura en el cabello— Las palabras salieron de su boca antes de que pudiera detenerlas. Minji parpadeo, extendió la mano y eliminó el hilo de plástico inofensivo con una tímida sonrisa.

—Te debo una por eso. No puedo permitir que todos se burlen de mí en mi caminata de victoria por la playa. 

—¿Caminata de victoria?— Preguntó sin poder evitarlo.

—Si, soy la mejor surfista del mundo— Afirmó con una sonrisa orgullosa.

Minji soltó una risa. El rostro de la chica surfista era solemne y su boca parecía nunca dejar de encontrar nuevas formas de sonreír.

—Si tuvieras una mejor tabla, quizás podrías montar mejor las olas— Señaló Minji.

—¿Y deshacerme de mi bebé? Jamás. Oye… se que tienes que trabajar y eso, pero tal vez podría invitarte a tomar algo.

Quería decir que sí. Realmente lo quería. Pero tenía un deber con su trabajo, la cena y entonces negó con la cabeza.

—Tengo que decir que no, pero… tal vez otro día— Muy bien, se acaba de poner un compromiso a si misma, a pesar de que estarían allí unos tres días más, en los cuales debía asistir a reuniones.

—Soy Yoohyeon— Dijo para luego ofrecerle la mano. Luego de un momento de vacilación la acepto.

—Minji.

—Bueno, si alguna vez te aburres, pregunta por mí en la recepción. Básicamente vivo aquí— Ella asintió con la cabeza hacia el complejo y Minji arqueo una ceja. ¿Vivía aquí? Ella solo debía pagar la mitad de los gastos y aún así era un precio enorme. ¿Cómo podía pagarlo?

Ella pareció leer sus pensamientos y dijo —Recuerda, la mejor surfista.

Ella rio de nuevo y se dió cuenta que todavía sostenía su mano, se apartó y aclaró la garganta —Bien, buena suerte con tus olas, cabeza de plástico.

—¡Oye! No es gracioso — Protestó. Una pequeña sonrisa asomó por sus labios, era pequeña, pero a Minji le gustó aún más que la otra —Espero verte más tarde.

Minji escuchó la puerta cerrarse detrás de ella y vio a Yoohyeon caminar de nuevo hacia el agua. Por alguna razón, su corazón no dejaba de bailar. Trabajaría primero. Entonces…. entonces aceptaría la invitación de cierta surfista. 

Buenas, ¿Cómo andan? Tanto tiempo.

Hace bastante que no paso por acá y estos días me dieron ganas de actualizar y bueno salió esto, medio corto, pero me gustó.

Tengo pensado seguir actualizando, se que marque la historia como finalizada, pero en realidad lo hice para no ponerme presión, voy a actualizar esto cuando sienta ganas y ya, espero se entienda.

Por cierto, hace varios días que Bittersweet esta #1 en Jiyoo. ¡Gracias a todos por leer y votar!

Eso es todo lo que tenía para decir, espero que pasen linda noche, nos vemos.





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