El Beta

Mi Amigo

Asistir a Kolest, es el sueño y anhelo de muchos omegas y alfas, que desde distintas manadas migran hacia el centro para poder asistir a tan prestigiosa institución.
La universidad que antes solo aceptaba a alfas y omegas de la mejor estirpe, ahora ha decidido aceptar Betas, obviamente con los exámenes correspondientes de admisión.

Kolest, es una prestigiosa institución encargada de formar e instruir omegas y alfas como cualquier otra del país o eso parece a simples rasgos, la verdad es que lo que pasa en Kolest se queda ahí, encerrado en esas antiguas edificaciones. En especial, si este año asiste el hijo del alfa de la "mejor" manada.

Sin embargo, no todo es malo en la universidad Kolest, no todos se comportan como unos idiotas que menosprecian a sus demás compañeros, muchos entablan una gran amistad, e incluso se han oído rumores de que algunos han formalizado una relación.

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—Kong ~ —grita una voz profunda al inicio del pasillo, haciendo que los pasos del muchacho se detengan.

Al girar pudo observar a uno de sus mejores amigos que tiene en el mundo, lo han sido prácticamente desde que nacieron, ya que su padre es el primer general del Alfa de la manada más grande, la ubicada en el centro. Le ha servido desde hace mucho tiempo atrás.

—Pensé que no ibas a venir hoy —dijo Kong, acomodando la mochila en su hombro, mientras sostenía sus libros con su otra mano libre.

—Lo sé pero... — en un rápido movimiento su amigo quitó los libros que sostenía Kongphob — Te extrañé mucho ¿tú, no?

—Claro que sí, es obvio que voy a extrañar a mi amigo. — Contestó caminando hacia su clase.

—Parece que no, ya que no me has llamado en estos días —se quejó el pelinegro, recordando como esperó por noticias de su gran amigo. Le preocupa que todavía esté molesto con él.

—Estaba ocupado, por si lo olvidaste Mew, hoy comienzan los exámenes del último trimestre.

—Claro que lo sé — giró los ojos sin mucho interés —creo que hasta soñé contigo diciéndome que estudie.

— ¿Y lo hiciste? —miró a su amigo esperando su respuesta.

—Vamos Kong, no te pongas... — evitó la mirada profunda — ¡Ay! No me mires así...

—Eso es un no ¿verdad? —negó con la cabeza, le preocupa las calificaciones de su amigo. No importa que él sea el hijo del alfa, debería dedicarse más.

Aunque Kong no estaba tan dispuesto a mencionar ese tema nuevamente, ya que la primera vez que trató de persuadir a su amigo, las cosas no habían resultado tan bien. Después de su "pequeña discusión" que en realidad no era para nada pequeña, ya que incluso hubo algunos golpes y no se habían hablado en unas semanas.
No fue hasta que su padre prácticamente le había obligado a perdonar a su amigo, alegando que "él es tu amigo y sobre todo, no importa lo que haga, recuerda que es el hijo del alfa "

Esas palabras quedaron grabadas profundamente en la mente de Kongphob, su padre tal vez tenía razón y su amistad puede perdonar un par de golpes. Después de todo ambos son alfas ¿no?

— ¿Vamos al cine después de clases? —preguntó Kongphob para aliviar el ambiente tenso que se había formado.

—¡Por supuesto! —gritó emocionado el joven alfa —Paso más tarde por ti. — le afirmó entregándole de nuevo sus libros. Despidiéndose con una gran sonrisa.

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Las clases pasaban con lentitud para Kongphob, ya que él definitivamente prefería las clases prácticas, donde aprendían defensa o arte marciales.