XIV

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Al salir del baño no encontré a Changkyun en la habitación. Con curiosidad busqué mi cartera y zapatos, ambos estaban tirados en el piso a un lado de la cama. Busque mi celular pero este estaba apagado. Me termine de arreglar y con algo de duda salí de la habitación.

Un pequeño pasillo blanco me daba la bienvenida, muchas fotos se encontraban colgadas, un bebé y una linda mujer jugando o posando se encontraban en cada una de las fotos. Mire con atención y recordé el cuadro de aquella hermosa mujer en el taller de Changkyun.

¿Era su madre?

¿Ese tierno bebé era Changkyun?

¿Aquí también vivía el director?

No sé porque mi curiosidad crecía cada vez más con este chico, pero sabía que no era prudente preguntar acerca de ello.

Seguí mi camino a donde me llevara el pasillo, me llevo a una pequeña sala con una cocina al lado, Changkyun estaba sentado en un pequeño sofá de color crema que hacía juego con todo lo demás.

Él estaba concentrado, de tal forma que no se dio cuenta que me coloqué a su lado.

¿En qué estaría pensando?

Carraspeo un poco para que se dé cuenta de mi presencia. Él me observa no muy sorprendido y se pone de pie, sin decir nada más le sigo el paso para salir de la pequeña casa.

Tenía curiosidad de preguntar si aquí vivía con su madre, y si era así ¿dónde estaba? ¿vivía aquí también el director? No creo que él viviera en un lugar tan pequeño. Más preguntas surgían pero no quería poner esto más incómodo.

Él se sube a un auto que desconozco y yo sin preguntar acerca del propietario del auto me subo en el asiento copiloto. Él parece recordar mi dirección porque ni siquiera me pregunta, todo el camino es en silencio. Tenía ganas de preguntar pero mi vergüenza me ganaba.

Actúe como idiota hace rato, no podía hablar con la misma confianza.

Cuando veo que ya estamos en mi vecindario le hablo; — Déjame a una esquina de mi casa, por favor.

—¿Por qué? —pregunta aún con la mirada en frente.

—Porque si mi madre te ve, pensará muchas cosas. —le digo recordando el "consejo" que mi madre me dio justo ayer.

—No puedo dejarte en la calle luciendo así —dice para luego observarme de arriba a abajo lentamente.

Por un momento mis mejillas se calientan por la forma en que me observa, decido mirar a otro lado hasta que se me pase. Luego observo cómo estoy vestida y no encuentro nada malo.

—¿Cómo luzco? —le digo con mala espina a su respuesta.

—Solo te llevaré hasta el frente de tu casa. —concluye y evade mi pregunta.

—No digas que no te advertí. —le señaló en amenaza para que se atemorice y me deje a una esquina de mi casa como le pedí.

Pero luego recuerdo que estoy hablando con Im Changkyun, no creo que haya algo que le atemorice lo suficiente. Además, no le estoy advirtiendo por algo que le puedan hacer a él, más bien lo hago por mi pellejo y dignidad.

Minutos después, aún sin que Changkyun se estacione por completo frente a mi casa, mi madre abre la puerta de la casa y se encuentra con mi mirada.

—Mierda. —logro articular.

Ella está que tira humo por las orejas, un volcán no se compara a ella. Su cara esta roja y su ceño está más fruncido que de costumbre. Ella sale de la casa y de a grandes zancadas se acerca a nosotros.

Soulmates ; Im ChangkyunWhere stories live. Discover now