SuJin vuelve a tomar mi brazo evitando que me devuelva a encerrarme en mi habitación, cosa que deseo con desesperación.

— ¿SuJin, que hace él aquí? — Le preguntó mientras me obliga a salir del patio delantero. — Él no es nuestro amigo, es simplemente un conocido, no puedes andar por la vida pidiéndole a todos tus favores y aprovechándote de su amabilidad, eso está muy mal.

— Tiene auto Hatsumi, además el se ofreció a llevarnos para que tú estuvieras un poco más calmada, no es como que yo le insiste o algo así. — Dice con rapidez.

Sonríe y quiero agarrarla del brazo, entrarla en la casa y gritarle que no iremos a ningún lado, que no tiene por qué depender de él solo por su auto, entre otras cosas que me han hecho molestar.
Pero ella rápidamente corre detrás de Johnny emocionada dejandome ahí, débil, temblorosa y queriendo con todo mi ser devolverme a mi cama.

SuJin termina sentada en la parte de atrás por que una de sus amigas se a atrasado perdiendo el autobús y pidió que fuéramos por ella, me siento muy avergonzada por lo desvergonzada que es ella al aprovecharse de la amabilidad de Johnny, él ni siquiera parece incomodo, solo sonríe mientras mi hermana canta canciones de un grupo que suenan en la radio del automóvil.

— ¿Es su novio? — Pregunta su amiga después de saludarnos y subir al auto, se supone que lo susurra pero ambos adelante oímos y nos miramos incómodos. — Oye, tu hermana se consiguió un buen partido, es todo un galán, ¿donde puedo conseguir uno asi?

¿Que tienen estas niñas de dieciocho años en sus cabezas? Yo si pensaba en los muchachos, pero estudiaba tanto que no tenía tanto tiempo y además me habían roto el corazón de decepción así que lo que menos quería era que alguien volviera a gustarme.

— Lo siento Johnny. — Le susurró y rápido me mira divertido. — Lamentó que tengas que acompañarnos, SuJin es un poco imposible.

— No te disculpes. — Me dice. — No es una molestia, en realidad me gustan los parques y quería invitarte a salir algún día, así que tómalo como una cita.

— ¿Cita? — Preguntó en susurro escuchando como atrás murmuran y el asiente.

Su celular vuelve a sonar por tercera vez desde que nos subimos en el auto y un poco molesto mira cortando y dejándolo en la guantera delante de mi.

— ¡SÚBELE! —Grita SuJin y su amiga. — Dios, necesito ver a Seventeen en vivo.

Johnny cumpliendo con los caprichos de mi hermana le sube a la radio, las adolescentes cantan eufóricas y me encojo en el asiento aferrada al cinturón de seguridad mirando hacía afuera viendo la ciudad transcurrir con normalidad.
Llegamos al parque en minutos y cuando nos bajamos del auto las otras dos amigas de SuJin gritan eufóricas por encontrarse, como si no se hubiesen visto ayer, ni el resto de la semana en clases. Hasta que visualizan a Johnny caminando conmigo y centran toda su atención en él.

No las voy a juzgar, me sentí como ellas la primera vez que lo vi y aún me siento así, hipnotizada por su belleza, por su masculinidad y por su delicadeza.

Les habla detalladamente a las cuatro chicas frente a él mientras ellas solo asienten, de seguro ni siquiera escuchan los que les dicen, pero él está diciéndole todo los temas de seguridad en caso de que algo suceda, le presto atención a sus palabras agradecida de que las quiera cuidar, pero cada segundo más me pierdo en su belleza, debería ser yo la que esté dando las instrucciones pero estoy resguardada a un lado de el, muy cerca de su cuerpo, temblando como un perrito chihuahua.
Se gira después de que les pide que se cuiden, como si él fuera el hermano mayor aquí, SuJin sonríe y me siento feliz de verla así, aún que su amiga sonriente, cómo el guason no me da mucha confianza.

— ¡Te esperaré aquí, si quieres irte ven a buscarme y no te alejes de tus amigas! — Le gritó moviendo mi mano.

— Tranquila estarán bien. — Me dice él apretando mi hombro. — ¿Quieres algo de comer o beber, ir a algún juego?

— Mantengámonos lejos de estos juegos. — No lo miro. — Espero se aburran pronto para marcharnos, debo estudiar.

— ¿Que tal si vamos a la rueda de la Fortuna? — Me sigue mientras intento buscar un lugar donde sentarme. — Necesitas distraerte un poco de los estudios, Sujin me a contado que es lo único qué haces.

— Mis exámenes son difíciles y me gusta tener buenas calificaciones. — Giro en dirección hacia unas mesas vacías y me detiene. — Le tengo miedo a las alturas y a todas estas cosas, si me desmayo no podré vigilar a mi hermana.

— Estaré contigo, no dejare que nada suceda, vamos. — Toma mi mano con delicadeza y espera a que le diga algo, pero solo asiento estupefacta, el me trata como si me conociera de hace años, más bien como si estuviésemos en una relación.

La fila es muy corta y con cada persona que va subiendo mi corazón se acelera más y más, me aferro a la mano de Johnny temblorosa, a punto de correr lejos, pero viene nuestro turno y me ayuda a subir al carrito que se mueve de un lado a otro cuando doy el primer paso dentro, su mano aferrada a la mía y su otra mano sujetándome de la cintura, no hace que me calme, incluso es aún peor.
Me las arreglo para sentarme y quedar como una momia en el asiento.

— Tranquila, no es peligroso. — Lo miro y me sonríe. — ¿Estas incomoda?

El asiento es muy pequeño para ambos, así que quedamos muy juntos, pero no me molesta por qué me siento levemente segura y me aferro a su brazo, más bien a su costado por completo apretando los ojos para no mirar absolutamente nada cuando esté arriba.
Mi corazón se acelera cuando el carrito se mueve, mis piernas se vuelven débiles y no las siento, mis manos sudan y siento que voy a vomitar.

— Me quiero bajar. — Jadeó asustada. — Por favor, bajémonos.

Me mira fijamente a mis ojos que están llorosos y mis gafas se están bajando por mi nariz, pero no tengo fuerza para soltarme de él y subirlas a donde deberían.

— Aún ni siquiera comienza. — Dice. — Intenta relajarte un poco Hatsumi, esta ruleta es entretenida.

— Por favor Johnny. — La frente me suda y captura mi mejilla con su mano, no se si mi rostro está muy frío o su mano es muy cálida, su dedo pulgar hace leve círculos sobre mi mejilla sonrosada ahora y mi corazón sigue acelerándose. — Quiero bajarme de aquí.

—No sucederá nada, te lo prometo, disfruta la vista. — Sonríe, pero la vista más agradable es su rostro, pero aún así intento mirar hacía el frente y tengo una crisis de temblores nerviosos que me hacen comenzar a sudar.

Bajamos cinco segundos antes de que el juego comience, estoy temblando y me tiraría sobre el suelo si no estuviera con Johnny a mi lado, pero no quiero lucir más humillante. Nos sentamos en un banquillo y va a buscarme algo de beber mientras intento calmarme, ni siquiera pude dejar que la rueda diera una sola vuelta, colapse antes, lloriqueé para que nos bajáramos y otra vez sujeto mi mano y cadera con fuerza para ayudarme a descender.

Veo a Johnny acercarse, hablando por teléfono sosteniendo una botella de agua y algodón de azúcar en su otra mano, luce molesto y incluso puedo escuchar que tiene la voz un poco elevada, pero cuando llega a mi lado corta guardando su celular en su bolsillo y cambiando por completo su expresión, me recibe una pequeña sonrisa en sus labios.

— ¿Está todo bien? — Me tiende la botella y la acepto. — lo siento, debiste quedarte ahí en el juego y dejarme abajo, arruine tu entretención.

— Si, todo bien, no te disculpes. — Se sienta a mi lado. — Yo- lamentó obligarte a subir, creí que te divertirías, pero no te escuché y te hice pasar un mal rato, lo siento Hatsumi, te traje esto también para animarte, espero te gusten los dulces.

— No, esta bien. — Le sonrió. — Solo querías divertirte y gracias.

Sonríe y vemos a las personas divertidas ir a los juegos, bebo largos sorbos de agua y luego abro el envase del algodón de azúcar, comemos entre los dos en completo silencio, disfrutando de nuestras compañía y rozando nuestras manos en algunas ocasiones cuando vamos a sacar del dulce.

❥ 𝗳𝗲𝗲𝗹𝗶𝗻𝗴 𝘁𝗵𝗲 𝗹𝗼𝘃𝗲  | | ➳ Johnny S.        Where stories live. Discover now