Capítulo 7: El ex de Camila

466 41 12
                                    

¿En serio tengo que hablarles de este tipo? ok, sólo lo haré para calmar sus ansias de saber quién es este espécimen humano que no valoró a la mujer "más hermosa" del mundo (es decir mi jefa).

Antes de que conozcan a este mequetrefe
me gustaría ponerlos en contexto, yo recién regresaba a mi apartamento sentado en un bus con una sonrisa de oreja tras lo ocurrido en la junta con la doctora Valencia, Patricio extrañado por mi actitud me preguntó:

—¿Qué te pasa amigo? ¿doña Camila te dio un aumento de sueldo? o porqué tan contento.
—Algo mucho mejor, me felicitó por la junta con la doctora Valencia.
—A mí se me hace que te estás enamorando de tu jefa.

Sin duda Patricio sí era mi mejor amigo, me conocía bastante bien más de lo que yo conozco a mi propia sombra.

Aún así intenté negarlo diciendo:

—Claro que no Patricio, sólo me parece una buena jefa eso es todo.
—Sí claro, como no.
—Por cierto ¿cómo te está yendo con la doctora Nicolasa Mora?

Patricio soltó un largo suspiro y me dijo:

—Mi jefa también es muy linda ella no me grita como si lo hace la tuya.
—¿Y ahora quién está actuando como el bobo enamorado?
—¿Y porqué no? la doctora Mora es una mujer divina y si ella quiere una relación más allá de la profesional con ella yo no tendría ningún problema je je.

Eso último sí me sorprendió. ¿Cómo podría mi amigo uno de los hombres más atractivos del globo terráqueo enamorarse de una fea?

Digo en mi caso se justifica porqué somos amigos ¿entendieron? A-M-I-G-O-S, pero en el de Nicolasa estaba más complicado.

—No digas tonterías Patricio, ella es tu jefa inmediata e hiciste un contrato profesional con ella, así que no puedes mirarla con otros ojos.
—¿Tú con qué cara me lo dices? si a simple vista se ve que derramas la baba por tu jefa.

Eso era cierto. Aunque nunca lo admitiría.

—Puf, cállate.

Después de esa acalorada discusión los dos llegamos a nuestro apartamento agotados, yo le acaricié un poco la cabeza a mi tlacuache Tito y me fui a acostar cansado.

Esa noche soñé que estaba en la oficina, recordando las palabras que me había dicho la doctora Camila Mendoza en la sala de juntas.

—Yo a usted lo admiro Ángel.

Sólo con recordar aquel bello momento, regresaban las mariposas a mi estómago.

—Yo también la admiro mucho doctora Camila— dije en aquel sueño, sin ningún rastro de la doctora Nicolasa cerca.
—Si usted me admira demuéstremelo.
—Haré lo que usted me pida doctora.

En ese momento la jefa se acercó lentamente a mis labios y me dijo:

—Béseme.
—¿Cómo? ¿y nuestra relación jefa-empleado qué?

Como siempre arruinando los buenos momentos.

—Olvídese de eso yo a usted lo quiero mucho Ángel.
—¿De verdad?
—De verdad.

Justo en el momento en que mi jefa iba a romper todas las barreras posibles y besarme, sonó mi despertador para que me fuera al trabajo.

—Agh ¿porqué siempre me despiertan a mitad de mis sueños más importantes? bueno no importa, ya tengo que irme a trabajar con Patricio.

Bajé por las escaleras y Patricio únicamente con un mandil de chef y bóxers estaba preparando el desayuno.

—Buenos días Ángel ¿cómo vas a querer tus huevitos? je je— dijo Pato con una sonrisa atrevida.

La hija de Betty la feaWhere stories live. Discover now