Capítulo 2: Ecomoda

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Patricio y yo tomamos el primer bus que nos llevará a Ecomoda, podía ver las calles de la ciudad de Bogotá desde la ventana.

Patricio y yo tomamos el primer bus que nos llevará a Ecomoda, podía ver las calles de la ciudad de Bogotá desde la ventana

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—Guau, que hermosa ciudad es Colombia ¿no lo crees?— le comenté a Pato.
—Sí lo es, aunque Madrid le gana por mucho.

Casi llegando a la empresa le pregunté a mi amigo con inseguridad.

—¿Tú crees qué sí nos den los trabajos Patricio?
—Por supuesto Ángel ¿yo cuándo te he fallado?
—No... nunca.

Patricio me dio una pequeña palmada en el hombro y me dijo con su sonrisa "Colgate" (like si captaron la referencia je je) lo siguiente:

—Ten más confianza en ti mismo amigo, eres muy capaz para ese empleo y más yo sé lo que te digo.
—Gracias Patricio, tú siempre has sido un gran apoyo y un gran amigo.
—Tú también lo haz sido, no te menosprecies ¿de acuerdo?

Entonces el chofer del bus hizo la parada a Ecomoda y entre los empujones que nos dieron los pasajeros Patricio y yo logramos salir de este.

—¿Listo para la entrevista Pato?
—Sí lo estoy.

Los dos entramos juntos al nuevo edificio que había comprado Ecomoda y una recepcionista rubia y de complexión esbelta llamada Laura María nos dio la bienvenida a la empresa.

—Buenos días muchachos ¿a qué vienen?— nos dijo aquella linda muchacha.

Patricio le respondió con cordialidad:

—Venimos a una entrevista de trabajo.
—Tomen el ascensor y en el primer piso a la derecha se están haciendo la entrevistas.

Yo siendo lo más amable que pude le dije:

—Muchísimas gracias señorita y con permiso.
—Propio— dijo Laura María con un tono un poco diferente.

No la culpaba la verdad, mi primera impresión para las mujeres era la misma.

Patricio y yo tomamos el ascensor y junto a otras muchachas nos sentamos en un sofá a esperar nuestro turno para la entrevista de trabajo. Aquellas mujeres no paraban de mirar a Patricio tenía un encanto que las volvía locas.

—Te comen con la mirada Pato.
—Ya lo sé Ángel, no olvidaste tu currículum ¿verdad?
—Por supuesto que no, ¿por quién me tomas?

Estaba acostumbrado a esa reacción de las chicas hacia Patricio, lo miraban como un héroe, como un Dios griego tipo "Apolo" que tiene que ser venerado por toda la eternidad en cuanto a mí sólo soy un "Hefesto" un tipo feo, pero muy trabajador. Se casó con una diosa muy guapa ¿y cómo le pagó? engañándolo, si eso le hicieron a un Dios griego no me quiero imaginar lo que me harán a mí.

Bueno suficiente de mis pensamientos de la mitología griega y veamos que sigue.

—¿Patricio Fernández está aquí?— preguntó una secretaria que estaba a cargo de llevar a las candidatas y candidatos a la entrevista de trabajo.

La hija de Betty la feaWhere stories live. Discover now