Las verdades ocultas de la aldea escondida entre las hojas(Traduc)(EN EDICIÓN)

🌟Capítulo 50🌟

La pelea entre Hinata y Neji había sido, en resumen, un desastre. El Hyuuga mayor había sido despiadado, mostrando una agresión que nadie había visto antes en él y Naruto tuvo que preguntarse si este era realmente el chico que luchó a su lado contra Utsukushi e Inpu, porque no se parecía en nada al Neji que él conocía. Fue el Neji quien se había burlado de Sasuke antes de la primera prueba en los Juegos Genin y quien había estado más que listo para pelear y atravesar cuatro kunoichi para llegar a Sasuke.

Y todo porque esos dos seguían hablando de la rama y la casa principal del Clan Hyuuga. Naruto se preguntó si todos los clanes tenían ramas así y si la diferencia de a qué rama pertenecía realmente importaba tanto. Por las fotos que Sasuke le había mostrado y la forma en que hablaba de sus parientes, parecería que ese no era el caso del Clan Uchiha, pero Sasuke le había dicho que para los Uchihas, la familia es lo más importante.

Y a diferencia de la última vez, cuando Naruto podía interferir discutiendo con Sasuke, no podía detener la pelea entre Neji y Hinata. Se había visto obligado a mirar mientras intercambiaban golpes Juuken tras golpes, algunas patadas aquí y allá, sus Byakugan ardiendo mientras luchaban. Pero estaba claro quién estaba ganando, por lo que la preocupación de Naruto por Hinata creció por segundos.

Al final, perdió porque los jounin senseis (sin Asuma) intervinieron para detener a Neji, quien había perdido la calma por algo que Hinata había dicho y estaba lista para matarla. Luego se derrumbó y fue llevada de urgencia al hospital, todos sus puntos de chakra se cerraron por completo y sus órganos lucharon por seguir funcionando. Neji se había burlado de ella y le dijo que la gente no puede cambiar y que un fracaso siempre sería un fracaso, un paria siempre seria un paria. ¡Y luego se atrevió a llamar a Naruto un desertor! Joder, era algo bueno que ni Sasuke ni Kurama estuvieran presentes o conscientes porque Neji no estaría a salvo. La ira de Naruto era lo suficientemente mala como para manejarla. Si Lee no lo hubiera detenido, Naruto habría luchado con gusto contra Neji en ese mismo momento.

Pero en cambio, prometió que derrotará a Neji la primera vez que tuvieran la oportunidad de pelear y le mostrará lo equivocado que estaba. Había jurado con la sangre de Hinata y nunca se retracta de cumplir con su palabra. Ese era su Camino Ninja.

Los paramédicos sacaron a Hinata rápidamente y Naruto, Sakura, Lee, Neji y los jonin regresaron a sus lugares en el balcón de arriba cuando se anunció el próximo combate, solo para mirar cuando Gaara se transportó a la arena con su arena y luego Lee estaba saltando de alegría porque finalmente era su turno. Naruto lo miró con vaga diversión hasta que sintió los ojos sobre él y miró hacia abajo, el azul se encontró con los ojos color verde azulado y algo peligroso pasó entre ellos.

Gaara estaba temblando. La tensión, el intercambio de golpes, las pequeñas cantidades de sangre derramadas ... todo fue como una gran provocación y lo estaba volviendo loco. Desde la primera pelea, la pelea de Uchiha Sasuke, había estado vibrando con la necesidad de matar, aplastar a alguien con su arena y escuchar esos repugnantes sonidos de cuerpos destruidos y gotas de sangre que confirmaron su existencia. En cierto sentido, había esperado que él fuera el que luchara contra el rubio para poder matarlo y sacarlo del camino. En cambio, ahora había avanzado a la siguiente ronda y Gaara estaba atrapado peleando, como dijo el monitor, con ese monstruo que llevaba spandex verde cuyo nombre Gaara no se molestó en aprender.

El ser dentro de él se agitaba y quería matar. Gaara supuso que su oponente tendrá que hacerlo, aunque solo sea por ahora. Se romperá los huesos y aplastará su cuerpo. Eso debería satisfacerlo por ahora, hasta que pudiera luchar contra un verdadero oponente como Uchiha Sasuke, o el rubio, ya que él era el que inquietaba a la bestia dentro de él, algo que Gaara nunca había esperado que fuera posible. Había algo en esa mirada de ojos azules que lo inquietaba tanto a él como al monstruo que albergaba y Gaara quería saber por qué el rubio tenía el poder de desconcertarlos a ambos.