۝ 𝐁𝐄𝐋𝐈𝐄𝐕𝐄𝐑 ヾ ¹۝ [𝐍𝐍𝐓 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧]

Esfuerzos para salvarla

—¡Esto se siente bien!— habla el rey demonio a través del cuerpo de su general—. Es incluso mejor que con mis hijos.

—¡SAL DE SU CUERPO!— Grito Mael furiosa. Derieri lo detuvo.

—No seas estúpido, Arcángel— gruñe mirando a la demonio—. No sabemos la magnitud de sus poderes estando en el cuerpo de Rei.

Zeldris apretó la mano de Gelda. Ella se agachó a el con sumo cuidado.

—No te preocupes, mi demonio— susurro—. Estoy aquí, salvaremos a Reiko--san— Zeldris sonrió amablemente hacia ella—. Se lo debemos.

Escanor fue el primero en actuar. En ese momento, su poder. The One definitivo. Aún estaba sucumbiendo ante el.

No le quedaba mucho tiempo de vida, lo sabía. Pero esa mujer con el poder de un dios era aterradoramente peligrosa.

—¡Escanor! ¡NO VAYAS!

Su puño estampó contra el rostro de la demonio creando una onda expansiva caótica que hizo vibrar todo el lugar.

Pero no había signos de que le doliera algo así a la Demonio.

—Oh, humano— sisea el Rey—. No pueden detenerme... ¡NADIE PUEDE! ¡ELLA ME PERTENECE! ¡Y SOLO CON SU PODER! ¡DOMINARE TODO LO EXISTENTE!

Elizabeth termino de curar a todos. Mientras que se colocaban en posición de batalla. Detenerla parecía meramente imposible.

Gowther tenía que asegurarse de que el Rey demonio no usará su poder mágico estando en el cuerpo de la azabache.

Escanor comenzó a utilizar su mejor combo de golpes que tenía para al menos debilitar a Reiko.

Necesariamente tenían que trabajar en equipo. Esto no era algo que los pecados capitales pudieran hacer solos.

Lo sabían.

Y es por eso que esos tres demonios que alguna vez tuvieron mandamientos debían ayudar. Incluído el ángel de la muerte.

Si querían destruir al Rey demonios y recuperar a Reiko.

Escanor terminó por cansarse. La demonio poseída esquivaba los ataques o los repelía sin ningún problema. Detuvo el puño del humano y con su dedo índice y un leve empujón, logro hacerlo volar por los aires.

—¡¡¡ESCANOR!!!

Mael sabía que debía tener su gracia para enfrentarse a ella. Pero el humano estaba dando si máximo. No podía quitarlo de un momento a otro.

—¡Gokuenchō!

Un ave apareció súbitamente frente a Monspeet con una velocidad impresionante hacia la demonio, dejando un rastro negro por las llamas.

Reiko grito de dolor mientras el ave estampaba contra su abdomen y segundos después la envolvía completamente.

Pero el alarido del dolor no duró mucho cuando resonó una risa maquiavélica.