16

113 11 1
                                    

—he escuchado ese nombre antes... En uno de mis sueños!— suspira y mira el suelo. — Lo siento... No puedo recordarte... Pero siento que eres cercano, gracias por aparecer—

Asentí levemente, me dolía el corazón pero escuchar su voz otra vez era un poco de consuelo.

Le miré, y quería abrazarla, tenerla entre mis brazos otra vez, cuidarla, besarla. Que viera de nuevo a nuestra pequeña Coco. Jugaramos...

—Yo... Eh... Puedo...—

—¿Quieres?— se le veía curiosa.

— Abrazarte, sé que sonará extraño para ti... Pero realmente te extrañe—

Sonríe, lo comprensiva y preciosa que era no se le quitaba, estira sus brazos hacia mí, invitandome a que le abrazara. Me acerqué y al abrazarla, sonreí cerrando los ojos.

—dime que no es un sueño...— susurré despacio

—Eres muy calentito, me gustó tu abrazo, tendrás que venir todos los días para darme uno—

Reí y me separé un poco, para mirarla a los ojos.

—Si tienes curiosidad de algo, puedes preguntarme lo que quieras, y desees. Estaré para ti en todo momento.—

Sonreí y me separé sentándome a su lado, apreciandola totalmente.

—se que sonará extraño, pero siento que estoy cómoda contigo, y apenas te conozco...— ríe y mira hacia la ventana. — qué tonta.—

Negué y seguí mirándola, su delgadisima figura actual. Su cabello largo y ondulado casi llegando a su cadera, desordenado.

Un doctor entra a la habitación de sorpresa, haciéndome saltar y le miró para esperar algo que dijera.

—Hola señor Choi, otra vez se encuentra aquí. Buenos días Señorita, ¿como se siente?—Lian le mira y sonríe para asentir. —Pues dime tu nombre completo.—

Mientras Lian contestaba un montón de preguntas y era revisada por el doctor, yo le miraba desde un lado. Apreciando lo bella que era. Aunque su rostro se veía más demacrado, y delgado, me seguía gustando.

Sus labios, estaba perdido en ellos, su nariz, aquella que rozaba con la mía cuando estábamos tan tristes por algo sucedido, sus ojos... Su hermosos ojos... Por fin los tenía abiertos...

—Te esperé... Y aquí estás...— dije suavemente, como un susurro muy bajito.

Aun no lo podía creer del todo... Ella... En verdad despertó... Junte mis manos y apreté la piel de una de ellas para ver si no era un sueño.
Sentí dolor, y suspiro para mirar al techo con una sonrisa y agradecer con todas mis fuerzas a aquello que ayudó que esto pasará.

Sentí una corta risa y miré a Lian, me miró, y miro a otro lado luego. El doctor no se en que momento se ha ido, solo sabía que ella había notado mi actuar.

—que lindo...— dijo y miro a otro lado , por la ventana.

Sonrió, si, siento que me vería un poco tonto al hacer esto. Pero... Mi corazón estaba rebosante de felicidad y mi mente estaba muy tranquila.

—Gracias por ser al primero que veo antes de las enfermeras, para no molestar a nadie, no avise a nadie. Y un chico que estaba afuera noto que estaba despertando.—

Asentí, escuchándola. Ella no cambiaría, se siente una molestia y algo tonta por no saber controlar lo que sentía o le pasaba. Pero es algo normal, tampoco es una molestia. No controlar lo que sentimos con intensidad es normal, es tan intenso a veces que se nos va de las manos.

Sonríe en mi dirección y siento que mi corazón da un vuelco.

—Muestrame tu anillo por favor... Quiero ver si es igual al mio, realmente me da curiosidad saber que somos... —

Asentí, y saque mi anillo de el bolsillo. Al tomarlo sonríe.

—Youngjae. ¿Estamos comprometidos verdad?— Asentí torpemente y me acerque, iba a hablar pero sus palabras me hicieron guardar lo que diría.—Pense que éramos novios solamente. Me alegra estar comprometida con alguien tan guapo como tu—

Sonreí feliz y tome su mano dejando un corto beso.

—gracias, aunque sé que estás un poco confundida esas palabras hicieron que mi corazón saltará de alegría. No te dejaré te ayudaré todo lo que pueda... Lamento tanto todo esto...—

— No creo que hayas oído al doctor pero dijo que en una semana me darán de alta ya que me deben tener en observacion, youngjae... ¿Me puedo quedar contigo?—

Asentí sin pensarlo demasiado, sería difícil que ella se acostumbre a nuestra antigua rutina ni siquiera yo la recuerdo, me acostumbré a estar solo con Coco y venir a visitarla todos los días. Tomo mi mano y la miro detenidamente. Dio una sonrisa y beso mi mano.

—ah... Lian...— me interrumpió.

—Tus manos trabajaron mucho este tiempo ¿no crees?... Lamento haberte traído molestias sé que es un poco tonto decirlo. Pero realmente quiero recordar todo lo que pase contigo, cuando salga de aquí... ¿Puedes contarme de nosotros?—

—Claro, si así lo quieres... —

Asiente y mira por la ventana otra vez. Sonríe. La misma sonrisa que muchas veces me dio. Una sonrisa sincera, pero que aún así escondía una increíble tristeza. Me acerqué y susurré.

—Dejame abrazarte.— asintió con un leve movimiento de cabeza.

Me levanté de la silla y sentándome en la camilla, la moví un poco y me puse detrás de ella, abrazándola, dándole mi calor, mis brazos rodeaban su cintura con timidez, apoye con temor mi cabeza en su hombro mirando hacia la ventana.
Se acomodó apegándose un poco más a mi, la aprete un poco. Vi como por su rostro corrían lágrimas, y suspira profundamente. Le dejé llorar cerrando mis ojos y sentí una de sus manos en mi mejilla, acariciándola suavemente.

Aunque era mucho pedir. Me gustaría detener el tiempo en este momento y que nadie nos separara...

Eras Tú (Youngjae y tu) ~GOT7~Where stories live. Discover now