Me levanté al terminar de limpiar sus heridas y sonrió. Me mira adolorido y sonriente.
-¿Puedo amarte más?- era una pregunta que me hacía o se hacía a el mismo.
Asentí algo confundida... Sin querer que el corazón me latiera de esta forma.
Suspiró y era mi turno, ordene y después de guardarlo todo, me acerque a Youngjae y me puse en sus brazos. Mi cabeza bombeaba demasiado y dolía, pero no me quejaría. Lian relájate.
Suspiré pesado, youngjae acariciaba suavemente mi cabeza y se le oyó suspirar.
Y si...
-Duerme... Te hará bien- NI SIQUIERA LOGRE TERMINAR LA FRASE EN MI CABEZA.
Le mire sorprendida y me acomode en su pecho. Sus caricias no cesaban, y se le juntaban besos cortos en mi frente. ¿Como sabía calmarme? Ah cierto, tuvimos 2 años de relación antes del accidente. Y estuvo 2 años esperándome...
Miro a youngjae sorprendida... Pero estuve 1 año y medio en coma... Pasaron casi 4 años... No... Dios mio...
-Youngjae... ¿Cuantos años esperaste por mi?- dije suavemente acariciando su hombro.
- pues... Si contamos desde tu accidente y el coma... 4 años...- cuando notó lo que había dicho, me miró y suspiro nervioso.
Lo había descubierto volando bajo, su cabeza estaba en las nubes al parecer.
Eso era demasiado tiempo, hasta para mí, ¿Por que me espero?¿Por que tanto tiempo?¿Tan enamorado está?...
-¿De verdad me amas o lo haces por la necesidad de verme?- dije, sonó duro pero la curiosidad se come mis entrañas quiero saber.
-Te amo... Maldita sea! Quise dejarlo, diciéndome una y otra vez que todo estaba bien y que tú estabas bien sin mi. Pero seguía esperando impaciente por ti, me dijeron que no te buscará pero todos los días quería verte, besarte y abrazarte diciéndote lo mucho que te amo. En el momento que note que eras el amor de mi vida llore como si mi propia vida dependiera de ello. Te busque... Te anhele... Te extrañe como a nadie. ¿Sigues dudan-... -
Le besé, le hice callar, abrazándole, sus manos se posaron sobre mi cintura y me atrajo más a el, me separo de el un poco avergonzada y con los ojos con lágrimas.
-No quería hacerte sentir así... Gracias por la información-
Suspira, besa mis labios, luego mis mejillas y por último da un corto beso en mi frente. Dejándome claro lo mucho que me ama.
-Sin ti, la palabra amor suena lejana- dijo suave, dejándome oírlo.
Le di un beso corto, luego otro. Le empuje en el sofá poniendome sobre el. Y le seguí besando, claro, algo dentro de mi me pedía más piel, más apego. Quería mas.
Y vamos, con lo mucho que me conocía lo hizo. Sus manos estaban bajo mi ropa, acariciando suavemente mi piel, apretó suavemente mi cintura y me acomodo sentándome.
-Dijiste que no...- Le miré a los ojos dándole la respuesta que necesitaba- está bien, pero vamos a la habitación.-
Con un poco de fuerza y entre besos me llevo a la habitación me hizo caer a la cama y beso mi cuello, saco mi camiseta tal como yo la de el.
El deseo entre nosotros estaba, y yo quería evitarlo, esperar un poco más. Pero se fue al carajo mi espera, maldita sea, esto es lo que odio de mi.
Sus manos tocaban cada parte de mi cuerpo, saco mi brasier, con solo una mano y me besó apasionadamente, tocando cada parte que me hacía estremecer. Sus besos en el cuello, sus manos en cada lado de mi cuerpo, y viajando desde mi espalda a mi pecho con leves caricias. Dios le extrañaba un montón.
-Dejame verte mas - Con una voz sexy y un poco ronca, derritiendo mi cuerpo en sus brazos. Asentí.
Sus manos bajaron a mi cadera y con una suavidad que con nadie más sentía quito mis pantalones sin dejar de besarme, me hacía desear su boca, luego de tenerme solo en bragas me mira y roza mi nariz con la suya bajando a mi cuello besándome, y dejando un hilo de besos hasta mi estómago. Me hacía jadear. Y le miré a la intención que tenía, negandome sonriente. Me preguntaba que quería, y sabía dónde tocar. ¿Alguna sorpresa más?
Me mira y de su pantalón saca tres condones. Me daba la impresión de que venía esperando, o solo siempre estaba listo, pero saco tres. Al verlos le miré y asintió.
¡Lo haríamos tres veces!. Ya me tiene totalmente jadeante y vamos, mis piernas se abren sola a tal sensación. Su cuerpo no es marcado pero tampoco tan delgado, tiene lo suyo. Y su pantalón, en este preciso momento lo rompería con los dientes.
Le jale con mis piernas pasadas por debajo de las suyas y su entrepierna en mi rostro abrí su pantalon, y no me dejó verlo más, me empujó y su mano fue directamente a mi entrepierna acariciándola suavemente. Quise detenerlo, me sentía indefensa y caliente en este preciso momento. Esto lo quería pero también quería hacer algo. Con su mano libre se levantó un poco tomando mis manos y poniéndolas afirmadas a un lado. La sensación de no tener movimiento más que en la parte de abajo de mi cuerpo me excitaba, y le miraba, quería besarle esos hermosos labios que tiene.
-Por favor... Deja de jugar- pedí en súplicas jadeantes creadas por su mano, y negó una vez más.
-Quiero mirarte y disfrutar bien de ti.- al decir eso, un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Mirar y disfrutar bien de mi. Mire a otro lado, quería distraerme. Sería lento pero sentí como introdujo dos dedos en mi haciéndome gemir y moviendolos, sabiendo exactamente como tocarme y hacerme estremecer. Le miré jadeante y reprochando lo que había hecho. Pero lo comencé a disfrutar, quería soltar mis manos y besarlo, pero no me dejaba moverme, más que doblar y apretar mis piernas, sentía que me desesperaba, quería tenerlo dentro, que me hiciera de el.
-P-porfavor~- gemi entre la palabra de lo bien que se sentía su mano, al oírme asintió y soltó mis manos, dejándome libre,le acerque a mí con mis piernas y negó, para quitarse totalmente el pantalón y el boxer.
Tome uno de lo condones y lo abrí mirándole para ponérselo, y quitandolo de mis manos se lo puso, sus manos las puso a cada lado de mi cuerpo y con una de ellas se acomodó en mi entrada. Luego de acomodarse, puso sus brazos a cada lado de mi cabeza y entro de golpe, mis manos apretaron su piel en su costilla, y iba a pedir más, cuando comenzó un vaivén exquisito entre su cuerpo y el mio, no lo soportaba, era demasiado para mi cuerpo y no sabía dónde colocar mis manos. Lo sentia, cada movimiento lo sentía más intenso que el otro. Bajo un poco su cabeza y desordenando su cabello le besé, apasionadamente con toda el hambre de lujuria que tenía. Jadeando y gimiendo en su boca, mordiendo sus labios, y rasguñando un poco su espalda. Luego de un momento tomo mis manos a cada lado de mi cabeza y se movió fuertemente, sentía que me rompería en algún momento.
Me levanto un poco de la cama y me puso sobre el. No sé en qué momento, pero sabía que debía mover mi cadera para no sentir ese dolor punzante que me causaba, me moví y sentí que mi cuerpo ya no podía más, me apoye en el y gemi fuerte, me había venido y cai sobre el agotada. Sus estímulos eran buenos y me tenía en constante excitación.
Cuando notó que llegue, su cadera se movía de arriba a abajo y logró llegar me abrazó. Mi voz estaba rota de excitación, y le besé apasionadamente.
Luego ya saben, no sería una vez sería tres veces.
