6.

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"Beneficios"



AARON.

Pese a que Claire Langford forma parte de una de las razones principales que me hicieron volver a la ciudad, la dura realidad me abrumó al instante que su rostro fue observado por mis propios ojos.

Una vez que la realidad me golpeó ayer por la noche, lo más sorprendente que me ha tocado ver en mi vida, es verla totalmente cambiada. Diferente es poco.

Ella ya no es la mocosa de mechones violetas. Ni la jovencita que no puede estar sin sus auriculares. Tampoco es aquella que no dejaba de usar alguno de esos feos beanies aunque el verano fuera arrasador, solía llevarlos en conjunto con blusas de sus bandas favoritas. Sí que era una fanática intensa de One Direction y 5 Seconds of Summer.

Ahora su cabello luce largo y de un tono café más oscuro que el que traía tres meses atrás. Tiene puesto un vestido azul ajustado que destaca su delgado cuerpo, acapara miradas en cada punto que se mueve. Algunos chicos que se encuentran cerca en la sala la observan sin pudor, sin descaro. Le regalan sonrisas pícaras que son borradas cuando Thiago los amenaza con los ojos desde lejos.

Sea lo que sea, sin duda Claire se ve atractiva.

La pulga —sin duda—, ya no es la pulga. Ni una niña escandalosa. Ni una adolescente incomprendida. Ahora ella era toda una mujer. Una bella mujer y ladrona de suspiros.

Han pasado cinco años. La mitad de una década y nunca me llegué a preguntar cómo sería el momento en que nos viéramos las caras otra vez. Ni cuestione sobre cómo sería su versión del futuro. No puedo creer que no me atreviera a siquiera imaginarla cambiada, me había quedado con su antiguo aspecto y al parecer mi mente estaba cómoda con ello.

Quedé como un completo estúpido cuando dije que si la recordaba, incluso, como mi propia hermana. Ahora las perspectivas han cambiado. Por supuesto, esa idea se ha esfumado de inmediato de mi mente.

Si que fue un impacto muy duro verla ahora con otra visión. Reconocerla con su nombre.

Luce tan distinta a como recordaba que incluso mi cerebro empezó a quitar la relación con ella. Insistí en no creer que todo este tiempo ella fue la extraña que besé en Las Vegas ni la verdadera culpable de mis desvelos.

Y aún con todo mi esfuerzo por dejar de sobre pensar las cosas, sigo sin quitarme la clara idea de que ella es la verdadera culpable de mi insomnio. La ladrona de suspiros y sexy ahora no desconocida.

Ojalá se tratara de una confusión porque detesto pensar en Claire como una diosa que me deslumbró en Las Vegas. Sigo anhelando volver a tocar sus labios con los míos sin que pueda cambiar ese hecho tan repentinamente.

No puede ser aquella chica, no pude haber besado a la hermana de mi mejor amigo... sin embargo, la besé, la contemplé como un idiota hipnotizado bajo el encantamiento de una bruja, la acaricie por sus exquisitas curvas y recorrí sus lugares especiales, disfrute por el tiempo más prologando que nunca tuve.

Maravillado. Satisfecho. Gozoso. Placentero.

Todo eso me llevó a añorar pasar otro momento así de cercano con la ladronzuela, como un maniático desee volver a verla para aprovechar el oro que la vida me había prestado.

Y si que la ley de la atracción funcionó.

Que no haya sido como yo esperaba es totalmente distinto.

El destino me permitió volver a ver a la mujer, y no solo eso. Hizo que me diera cuenta que la fascinación y el magnetismo de esa noche me orilló a la inconsciencia. Hoy la veo como siempre la había visto, la veo como siempre debió permanecer para mí, envuelta con una capa de lo intangible y de lo ilícito.

HUIDAS Y MENTIRAS (#1)Where stories live. Discover now