Mathías & Dante [COMPLETA]

🌻Capítulo V | Siempre Conmigo🌻

Me informan que en este momento los están poniendo bajo custodia de las autoridades correspondientes".

— ¿Qué? —Mathías en cuanto lo escuchó emprendió el trote a su casa con Dante pisándole los talones.

Al arribar a la residencia Villanueva, repararon en una patrulla estacionada afuera de la casa. Visualizaron desde lejos como dos oficiales de policía sacaban a los padres de Mathías esposados, mientras estos alegaban ser inocentes.

— ¡Esto se trata de un error! ¡No hemos hecho nada! ¡Ese bastardo de Ascencio está mintiendo! —decía el hombre de negocios—. ¡Suéltenme! ¡No pueden hacernos esto!

Mathías sintió un nudo en la garganta: una parte de él quería ir allá a impedir que se llevarán a sus padres, pero otra parte se negaba porque ya los conocía y sabía con qué clase de personas "hacían negocios", es decir, ellos se lo buscaron.

Igual, ¿Qué podía hacer él? ¿Suplicarles a los policías que no arresten a sus padres aun cuando era muy probable que si fueran culpables? No le harían caso, hasta lo tacharían de estarlos encubriendo.

Su subconsciente lo traicionó y dio un paso al frente como queriendo ir a intervenir, pero Dante lo detuvo pescándolo del brazo.

— No vayas —le dijo él. Mathías volteó a verlo—. Sé que sonara egoísta pero déjalos. Si vas allá podrías salir perjudicado.

— Pero...

— Por favor —Dante lo soltó y sujetó el rostro de su novio entre sus manos—. Creo que lo mejor sería que te dieras un tiempo lejos de tus padres y, cuando te sientas mejor, vayas a buscarlos.

— Yo... —suspiró—. Quizás tengas razón...

— Mi Maty... te amo demasiado y quiero verte feliz. No quiero que sufras más... vente a vivir conmigo...

— Dante, sé que tu intención es buena pero no puedo hacerlo. No quiero ser una carga para ti y tu mamá.

— Pero no serías una carga —liberó el rostro de Mathías—. Serías como un miembro de la familia. Yo cuidaría de ti y me encargaría de hacerte sentir bien. En mi casa no serás un objeto, serás una persona. Nadie te juzgara por lo que hagas o con quien estés. Podrás ser tú, podrás estar conmigo...

Dante siempre lograba conmover a Mathías con sus palabras. Este segundo miró por el rabillo del ojo a la patrulla marcharse con sus padres a bordo, ¿Qué procedía ahora? ¿Irse con Dante o esperar en casa el regreso de sus progenitores?

— Mi amor, adelántate. Voy a revisar algo a mi casa. Luego te alcanzo —le dio un rápido beso en la mejilla.

— Oh, claro. Ve —el chico de los ojos verdes dio media vuelta pero—. Mathías... recuerda que la puerta de mi casa siempre estará abierta para ti...

— Lo tendré en mente.

Entonces la pareja se separó, tomando cada quien su camino para luego reencontrarse más calmados y deseosos de demostrarse lo mucho que se amaban.