🌼Capítulo I | El Nuevo Yo🌼

5.5K 816 576
                                    

"Pon tu cabeza en mi hombro.
Sosténme en tus brazos, bebé.
Apriétame, oh tan apretado,
muéstrame que me amas demasiado."

Paul Anka - Put Your Head on My Shoulder

Dante se encontraba afuera de la escuela de Mathías, esperando al susodicho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dante se encontraba afuera de la escuela de Mathías, esperando al susodicho. Ya llevaban tiempo en que su amistad se fortaleció y aprovechaban cada rato para verse, en especial, Dante quien no podía estar ni un segundo sin cruzar palabra con su adorado chico de ojos verdes.

Grupos de chicos y chicas con sus mochilas en las espaldas iban de aquí para allá, pero ninguno le traía a Mathías. Comenzaba a impacientarse ya que recibía miradas acusadoras de los estudiantes con los que se topaba. Lo incomodaban hasta que un grupo por fin le trajo a Mathías, esos ojos verdes no podría olvidarlos jamás.

Mathías se despidió de sus amigos y fue en su encuentro con Dante. Este mismo estaba soñando despierto y tan perdido en la mirada de Maty que no escuchó cuando este le habló para saludarlo.

— Hola Dante.

— H-Hola M-Mathías —casi se le podía notar una expresión de atontado cuando lo oía hablar. Dante no disimulaba lo mucho que Mathías le atraía.

— ¿Estás bien? —a Mathías le extrañó le ausencia de Dante que, inclusive, le movió una mano frente su rostro para sacarlo de su trance de tonto enamorado.

— Eh... ¿Qué? ¡Ah, sí! Hola Mathías. Qué bueno que ya saliste —lo abrazó y llenó de besos haciendo sentir bien a Mathías por tal recibimiento.

— ¿Estuviste esperándome hasta que saliera?

— Este... ¡Sí! Para que no te fueras solo a tu casa y, quizás, hacerte algo de compañía en el camino —se mostró algo apenado por permanecer tanto tiempo esperándolo, simulando un acosador,

— Gracias. Es un lindo gesto de tu parte.

— Además, salí temprano del trabajo... también... por eso estoy aquí... —el sonrojo amenazaba con aparecer—. Y de nada.

— Entonces, ¿Nos vamos ya? —Mathías le abrió el paso a Dante para emprender su caminata por un nuevo momento juntos.

— Sí.

Ambos chicos iban de camino hacia la casa de Mathías, pero este se desvió de la ruta reemplazándola por la que llevaba al centro de la ciudad.

— Oye, tu casa está por otro lado —dijo Dante confundido.

— No quiero volver aún a mi casa. Solo quiero pasar toda mi tarde contigo. Aprovechar este tiempo en que solo somos tú y yo —el retumbar en el corazón de Dante se hizo presente—. Aparte, porque no hay nadie en mi casa en este momento.

— En ese caso, ya sé a dónde podemos pasar el rato —Dante aprovechó, nuevamente, la oportunidad de estar a solas con Mathías—. No es que quiera estar a solas contigo... es solo que... —se mordió la lengua por estar pensando en voz alta, otra vez.

Mathías & Dante [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora