Mathías & Dante [COMPLETA]

🌻Capítulo I | Más Allá de Ti🌻

"No necesitas dinero, no necesitas fama.
No necesitas tarjeta de crédito para subir en este tren.
Es fuerte y repentino y a veces cruel.
Pero puede llegar a salvar tu vida.
Ese es el poder del amor,
ese es el poder del amor".

Huey Lewis and the News - The Power of Love

La jornada de escolar había terminado ya y Mathías iba de regreso a casa. Iba escuchando música; ataviado con su inseparable chaqueta de mezclilla enorme, un par de calentadores verdes fosforescentes y, por supuesto, su mochila en la espalda.

Había pasado una semana desde el inconveniente con Anya, pero decidió no darle más importancia y dejarlo como un mal trago que ya pasó, su nariz ya se estaba aliviando. Quitando eso, estaba tan encerrado en su mundo que no notó a dos atolondrados fotógrafos que no le quitaban el ojo de encima.

Esto se debía a que un periódico amarillista local quería saber todo acerca del padre de Mathías, ya que él acababa de empezar su carrera política, lanzándose como candidato a la alcaldía de la ciudad. Y, como tal, se había ganado algunos detractores que harían todo lo posible para dejarlo mal frente a los otros candidatos.

La peor forma que se les ocurrió, a estos dos y su jefe para obtener lo que querían, fue acosar al único hijo del hombre de negocios.

— A mí se me hace un adolescente común y corriente —hablaban entre ellos con cámaras y blog de notas en mano.

— El chico no nos interesa. Él solo es una herramienta que nos llevara al importante: su padre.

— Pero, ¿No crees que esta mal que estemos espiando a un chico que nada que ver con nuestros intereses?

— Mira. Realmente necesito este empleo y si no vas a ayudarme, retírate mejor. No perderé mi tiempo contigo.

— Solo decía.

Mathías se paró por un semáforo en rojo, reparó en que cada poste y negocio había pancartas, y posters pegados con el rostro de su padre, correspondientes a su respectiva compaña. Todas con la leyenda: "Aurelio Villanueva para alcalde". Se incómodo por sentirse vigilado por su padre, incluso no estando presente físicamente. Apartó a la vista y mejor le prestó atención a la música. El semáforo cambió a verde.

Llegó a casa, topándose con su mamá horneando pan y su papá hablando por su enorme celular. Estaba ocupado hablando con alguien acerca de su campaña y cómo podrían ganarse más la popularidad de la gente.

Con respecto a su mamá, había mejorado en sus intentos por aprender repostería, ya no se les quemaban al meterlos al horno y ya era más cuidadosa, y atenta. Esta vez hizo bollitos con chispas de chocolate, que ya estaba sacando y colocó sobre la barra.

— Mi niño, ¿Podrías probarlos y decirme cómo quedaron? —se quitó los guantes para hornear.

— Sí, mamá —guardó el walkman y tomó uno de la bandeja. Le despegó el capacillo y lo probó. Sabía bien—. ¡Está bueno!