Todos menos tú

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Nina

Llego a mi casa en taxi, ya que mi mejor amiga me dejó, y ordeno una pizza para almorzar. No quiero salir tengo miedo de encontrármelo. He sido tan cobarde que no puedo decirle la verdad.

Almuerzo y ceno lo que queda de la pizza. Comienzo a hacer mi tarea que es para el viernes todavía, tenemos que buscar al profesor Friedman y entregárselo. No me gusta dejar las cosas para última hora.

Marzia me hace una video llamada cuando estoy en mi laptop investigando sobre mi tarea. La acepto y está junto a Felix, los dos me miran furiosos, y comienzan a contarme todo lo que pasó.

Yo escucho atentamente, sin interrumpirlos. Cuando terminan su descargo me disculpo con ellos, es cierto no debí meterlos en mi mentira. Marzia y Felix me entienden, por lo que hacemos las paces.

Mañana, 16 de diciembre, por lo que sé el Bayern tiene un partido contra el Friburgo, por lo que estoy a salvo. El 19 salgo de vacaciones debo resistir hasta entonces y me iré volando de Alemania.

...

Estamos miércoles 17 de diciembre, pasaron dos días rápidamente, y aún sigo a salvo. Hoy tengo clases, lo bueno es que cada clase es en un salón diferente. Cada día tenemos un curso diferente, con profesores diferentes, en diferentes aulas. Hoy me toca el curso de Planeamiento Tributario con la profesora Strauss en el piso 6. Estaré a salvo allí, si Manuel decide venir en cualquier momento, no me encontrará, además que estudio hasta mañana, después me iré de Berlín por mis vacaciones. Pero que yo sepa el Bayern tiene el último partido este viernes, deben estar entrenando. No tendrá tiempo de venir estos días que quedan.

Me baño al ritmo de Arctic Monkeys y me visto rápidamente, me pongo un sueter a rayas de color crema, azul y rosado (todos colores pasteles), mis jeans azules, mis botas de esquimal cremas y mi collar de un búho, que me regaló mamá cuando tenía 17. Se supone que cuando te regalan un collar de búho es de buena suerte, espero que sea así. Dejo mi cabello suelto, que ahora está ondulado en las puntas y me pongo un gorrito de lana crema.

Marzia siempre a las 7:20 en punto se encuentra afuera de mi departamento. Somos muy puntuales, así que llegamos antes de que sean las 8 a nuestra facultad, vamos al piso 6 con la profesora Strauss quien es una señora bajita, incluso más que yo, tiene cabello negro y unos 48 años. Es muy amargada, supongo que el estrés de tener 3 hijos.

Por otro lado, Mike en estos dos días no me para de preguntar sobre Manuel. Le pido que no diga nada a los demás y él acepta. Yo solo le conté que fuimos amigos de la infancia, eso era todo. Mike me creyó y siempre me pide que salgamos con él, a lo que yo le miento diciéndole que cuando Manu tenga tiempo.

Planeamiento Tributario es uno de los cursos más aburridos, las horas pasan muy lentamente. Miro disimuladamente la hora en mi celular son las 11:07 a.m., solo han pasado 3, falta una hora más para acabar con esta tortura.

Marzia y yo nos encontramos sentadas en los pupitres del medio, no tan atrás ni tan adelante, somos aproximadamente 40 alumnos en esta clase. Por ratos tengo que darle suaves codazos para que no se duerma en la clase. La entiendo, sino fuera porque este curso tiene muchos créditos, no le prestaría atención, además que tengo la costumbre de comer una galleta a esta hora a escondidas. Nunca me han encontrado comiendo menos mal, pero gracias a esa galleta es como me mantengo despierta.

-El análisis de la alternativa-continua explicando la profesora Strauss-que redunda en una mayor eficiencia tributaria para la empresa es...-de pronto es interrumpida por dos suaves toques en la puerta del aula que se encuentra cerrada.

La profesora Strauss dirige la vista hacia la puerta con una mirada tan molesta que supongo que me miraría así si me encuentra comiendo y yo probablemente me orinaría de miedo. Aprovecho la distracción para comer la última galleta que tengo, ahora sí se acabó mi suplemento para mantenerme despierta.

Todos vemos como la profesora va hasta la puerta, la abre y entran rápidamente 3 personas. Cuando las reconozco me tapo el rostro lamentándome. Esas tres personas son Lisa, Thomas y Manuel ¿Cómo me volvieron a encontrar? Hay muchísimas aulas en el edificio y ¿No entrenan o algo?

Bajo mis manos del rostro. Los tres me miran fijamente, ya me encontraron de entre los 40 alumnos. Todos en el aula se quedan en shock, están sorprendidos de ver a dos futbolistas famosos en nuestra aula de clases ¿Alguna vez ha pasado algo así? Que estas en una clase muy aburrida y de pronto llegan Manuel Neuer y Thomas Müller, sin contar a una modelo y estrella de equitación: Lisa Müller.

-Buenos días, disculpen la interrupción-dice Manuel rompiendo el gran silencio que se formó. La profesora Strauss lo mira con la boca abierta, no puede creer que Manuel esté hablando con ella-Le pido por favor que termine un poco antes esta clase.

Ella sonríe y asiente, ¿a dónde se fue la mujer amarga? Manuel siempre tiene ese poder de persuadir a la gente-Chicos, creo que esto se termina aquí, nos veremos en la siguiente clase de Planeamiento Tributario...que es el otro año- todos nos la quedamos mirando sin saber qué hacer. Ella quita la mirada que tiene en los tres y se dirige molesta hacia nosotros- ¡Váyanse todos ahora! Sino los jalaré en este curso.

No necesitamos oírlo dos veces y nos levantamos rápidamente guardando nuestras cosas. Tiro todo lo que tengo sobre mi carpeta a mi bolso, Mike voltea a mirarme sonriendo y yo solo lo miro asustada. Los alumnos van saliendo sin antes voltear a mirar a los tres que se encuentran al frente junto con la profesora Strauss. Lisa le dice algo en voz baja, a lo que la profesora nos dice en voz alta a los que estamos dentro y fuera del salón-No quiero ver a ninguno dentro de este edificio. ¡Rápido!, vayan afuera todos, afuera del campus.

Marzia me mira mientras ríe en voz baja, yo le doy una mirada asesina y rápidamente con ella me hago la desentendida y me dirijo hacia la salida del aula.

-No, Nina, todos menos tú-dice Manuel con voz seria a mis espaldas. Me quedo congelada en ese momento. ¡Maldita sea! ¿No podía buscar a Marzia? Ella lo "odia". Volteo lentamente enfrentándolo, el salón ya se encuentra casi vacío.

-Sí, Nina, tómame una foto junto a ellos ¿quieres?- me dice la profesora Strauss mientras saca su celular de su bolso.

Profesora, justo ahora la quiero lanzar por la ventana.

-¿Puedo salir en la foto?-dice Marzia a mi lado sonriendo. Yo volteo a mirarla sorprendida. Ella cree que esto es divertido.

-Claro-dice Thomas riendo. Marzia va corriendo hacia ellos. La profesora Strauss me tiende su celular, el cual agarro a regañadientes, después se pone entre Thomas y Manuel, al lado de cada uno se encuentra Lisa y Marzia respectivamente. Todos sonríen fingidamente.

Ruedo los ojos molesta, doy un largo suspiro y tomo la foto capturando este momento ahí.


Hilo Rojo | Manuel NeuerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora