¿Por qué?

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Del gigantesco campus de esta universidad, tenía que encontrarme. ¿Cómo lo ha hecho en menos de 10 minutos? Empiezo a sospechar de mi queridísima mejor amiga, pero si yo me hundo, la hundo junto a mí.

-Hola-saluda Manuel con una sonrisa amigable, mirando a Mike y mi profesor.

-Manuel Neuer-dice mi profesor fascinado pasando por mi costado y empujándome en el proceso para poder acercarse a él-¿Puedo tomarme una foto con usted?

-Yo igual-se levanta rápidamente Mike.

-Seguro-accede Manuel. Mike rápidamente saca su celular y se hace un selfie con Manu y mi profesor. Yo miro mientras tanto a los lados sin saber a dónde ir, ellos me bloquean la puerta para irme, así que esa salida está descartada. La ventana...bueno estoy en el segundo piso, la caída no debe ser tan fuerte ¿verdad?

Cuando terminan, desvío mi vista de la ventana y volteo a verlos. Me encuentro con esos hermosos ojos azules que estaban mirándome ¿ahora qué le digo?

-No puedo creerlo, soy un gran fan-le dice Mike sonriendo.

-¿A qué debemos el honor de su presencia?-le pregunta Friedman.

-Bueno yo-voltea a ver a mi profesor rompiendo nuestro contacto visual-necesito un momento a solas con Nina-me señala- si no les importa.

Diga que le importa, por favor ¿sí?

-¿Nina?-pregunta sorprendido después sacude la cabeza y sonríe-Por supuesto- Mierda, ya no es mi profesor favorito señor Friedman.- el aula es toda suya. Nina-voltea a verme-trata bien al señor Neuer.

Sonrío falsamente y asiento con la cabeza. El profesor jala a Mike del brazo que todavía sigue mirando a Manuel fascinado y se van. Ahora nos encontramos los dos solos, intento no mirarlo a los ojos, estoy haciendo un gran esfuerzo, pero tengo que verlo para hablarle.

-Eh...felicidades por la nominación al balón de oro-sonrío débilmente, él me mira serio y con los brazos cruzados-te lo mereces.-Toda Alemania habla de eso.

-Gracias-dice fríamente-Aunque tu felicitación debió llegar hace algunas semanas.

Me quedo sin palabra y lo miro con la boca entreabierta. Manuel en serio está molesto.

-Escucha...-suspiro cerrando un momento los ojos-lamento en serio no haberte llamado o hablado contigo, pues como verás-señalo el aula en la que estamos-estoy muy ocupada.

-¿Ah, sí? Pero ¿tienes tiempo para cambiar de número y mudarte?-me mira fijamente y respira hondo-Si no fuera porque me encontré con Marzia afuera y me guiara hasta aquí, nunca te habría encontrado.

¡Son of a bitch! Marzia me vendió a los tiburones, no puedo creerlo mi mejor amiga me hace esto.

-Tal vez no quería ser encontrada- le espeto. Él me mira sorprendido.

-¿Qué pasa, Nina?

-¿Acaso no soy Valentina?-río sin una pizca de felicidad. Se supone que me llaman Valentina por tu noviecita llamada Nina, pero no puedo decirle eso. Sacudo la cabeza, pongo mis manos en la parte detrás cuello, intentando relajarme. Manuel se queda callado y quieto, el silencio me vuelve loca.-Escucha...Manuel,-bajo mis manos y lo veo fijamente-tengo que decirte algo...-bien, yo no lo quiero ver nunca más para olvidarlo pero ¿cómo se lo digo sutilmente? Oye, Manuel no quiero verte nunca más en mi vida, sí creo que suena bien. Respiro hondo y confieso-ya no podemos ser amigos,-exhalo el aire y lo veo frunciendo el ceño confundido-puede que te parezca extraño pero no puedes preguntarme la razón.

Hilo Rojo | Manuel NeuerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora