Llamadas

891 52 11
                                    

-Listo-digo en voz baja devolviéndole el celular a la profesora Strauss. He tomado tres fotos para que no se moleste si sale mal en alguna.

-Gracias, Nina-me dice cuando agarra el celular para ver las fotos.

-Profesora Strauss-le dice Marzia-¿qué tal si vamos al comedor? Se me acaba de abrir el apetito- Involuntariamente alzo las cejas. Sí claro, estabas a punto de dormirte y ahora tienes hambre, Marzia.

-Sí-dice rápidamente Lisa- nosotros vamos con ustedes, también tenemos hambre.

-Vamos, entonces- sonríe feliz Strauss. Marzia, Lisa y Thomas van con ella hasta afuera del salón. Manuel es el único que no los sigue.

Ahora estamos los dos solos. Manuel viste con jeans negros, zapatillas del mismo color y una polera gris. ¿Por qué siempre tiene que estar tan guapo? En estos días después de que vino no he parado de pensar en él. Este no era mi plan cuando decidí mentirle.

-Oye-digo fingiendo una sonrisa-yo también tengo hambre. ¿Vamos?-volteo y camino rápidamente hacia la puerta, pero él más rápido llega antes y la cierra, evitando que salga.

-No, tú no te vas a ninguna parte hasta que hablemos-me dice muy serio.

Suspiro derrotada y vuelvo a donde me encontraba, pongo mi bolso en uno de los pupitres y Manuel se pone frente a mí, como a metro y medio de distancia mirándome fijamente. Esto será horrible.

Marzia

Río a carcajadas con Lisa y Thomas dirigiéndonos al comedor, que se encuentra al lado de nuestro edificio, la profesora Strauss nos mira raro y no la culpo, ay si supiera.

-¡Elizabeth!- escuchamos una voz detrás de nosotros. Venía de un señor viejito, no lo reconozco debe de ser alguna autoridad.-El decano te busca, tienes que firmar unos papeles.

-¿Ahora?-pregunta desesperada. El anciano parece no reconocer a Thomas porque no se ha lanzado sobre él.

-Sí, ahora, es urgente.

Suspira derrotada-De acuerdo, vamos Isaac. Chicos-se dirige a nosotros-no tardaré, vayan comiendo.

-No se preocupe-dice sonriendo Thomas. La profesora le devuelve la sonrisa torpemente y se va con Isaac.

-¿Cómo nos encontraron?-pregunto curiosa.

-Fuimos con el decano para preguntarle el horario de Nina-ríe Thomas.-Nos pidió fotos y autógrafos pero al final accedió.

-Espero que al fin los dos arreglen sus cosas allá arriba- dice Lisa, mientras nos dirigimos a una mesa. Menos mal solo hay dos profesores y unos señores que no reconozco aquí, no es hora de almuerzo y los alumnos están en clase aún por lo que está casi vacío.

-Sí, Nina me está volviendo loca con todo esto-suspiro. En eso llega la mesera y pide nuestra orden.

Thomas voltea disimuladamente, para no encontrarse con la mirada de la mesera y para que no la reconozca. Cuando ordenamos, ella se va y nos quedamos los tres solos de nuevo.

-Manuel debería contarle ya a Nina-se le escapa a Thomas.

-¿Qué cosa?-pregunto curiosa.

-Eh...nada...que él tiene que...eh...

Yo lo miro sorprendida-Chicos, por favor díganme que Manuel todavía ama a Nina-¿A eso se refiere? ¿Qué más le tendría que decir?

Lisa le da una mirada molesta a su esposo, luego voltea a mirarme suplicante- Marzia, no digas nada por favor, prometimos no decirle nada a Nina.

-Ahh-grito emocionada levantándome de la silla, los señores voltean a mirarme y yo rápidamente me calmo.-Lo siento, es que...había una araña-golpeo la mesa-Ya murió.

Me miran como si estuviera loca, pero después vuelven a sus asuntos. Me siento de nuevo intentando calmarme.

-Marzia ¿qué pasa?- me pregunta preocupado Thomas.

-Por si acaso-me toco el pecho, calmando mi corazón, justo ahora que no me dé una taquicardia-¿Manuel sabe por qué terminó Nina con Jake?

Tengo que saberlo por si acaso.

-Sí, él me contó que fue a ver a Jake y que le dijo la razón, pero no quiere decirnos.-Sonrío muy feliz, entonces él lo sabe y lo ha aceptado. Él es el indicado para Nina-¿Qué pasa, Marzia? Cuéntanos.

-Nina ama a Manuel-digo emocionada- Me hizo prometer no decirle nada también.

-¡Ah-gritan los dos levantándose y yo también lo hago. Nos abrazamos los tres felices.

-Pero ¿qué sucede aquí? Les tendré que pedir que se vayan-nos dice molesta la mesera y es cuando ve a Thomas.- ¿Thomas Müller?

-Vámonos-dice rápido Thom. Y salimos corriendo del lugar hasta llegar a una fuente que se encuentra lejos del comedor.

-Ahora,¿qué hacemos?-pregunta Lisa entrecortadamente por el cansancio de correr. Nos sentamos en unos bancos para descansar.-Ahora estamos muy lejos de la facultad en donde están.

-Prometimos no decirle a Nina nada y tú-me señala Thomas-prometiste no decirle nada a Manuel. Así que yo llamaré a Manu y tú a Nina ¿de acuerdo?-Asiento feliz sacando mi celular-Mi batería está muerta-resopla enojado mirando su celular.

-Deje mi celular en el auto de Manuel -se golpea Lisa en la frente.

-No te preocupes, tú llámalo primero y le dices que espere hasta que yo llame a Nina después.-propongo. Ellos asienten sonriendo.

-Esos locos se aman entre sí y no lo saben-ríe Lisa a lo que los dos asentimos riendo.

Después Thomas levanta su mano hacia mí-Ahora...dame ese celular.




Hilo Rojo | Manuel NeuerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora